El exmarido de la Infanta Cristina demuestra con su último viaje a Barcelona para estar al lado de su segundo hijo en un momento clave de su carrera profesional que, además de para su novia, también tiene tiempo para su familia
MADRID, 23 May. (CHANCE) -
Iñaki Urdangarín se ha convertido en noticia después de que su entorno haya asegurado a 'Vanitatis' que el exmarido de la Infanta Cristina está tan enamorado de Ainhoa Armentia que podría haber 'desatendido' en cierto modo a sus hijos en los últimos tiempos.
Loco de amor como si de un adolescente se tratara, el exjugador de balonmano pasa todo el tiempo posible con su novia -con la que a punto de celebrar su segundo aniversario de amor está en su mejor momento-, lo que implicaría que sus viajes (antes frecuentes) a Ginebra para visitar a Irene, y a Barcelona para visitar a Pablo, serían cada vez más escasos.
Una información que el propio Iñaki se ha encargado de desmentir sin necesidad de palabras desplazándose a la ciudad condal para arropar a su segundo hijo en un momento clave de su carrera. Y es que Pablo, que ha fichado por el Granollers de balonmano y abandonará el Barcelona a finales de temporada, jugaba este fin de semana su último partido con el primer equipo del club blaugrana. Y a su lado, como no podía ser de otro modo, el exduque de Palma, con el que tiene una relación tan estrecha que en ocasiones más que padre e hijo parecen amigos.
A pesar de que no se dejó ver en el pabellón del conjunto culé, donde en cambio sí vimos a la novia de Pablo, Johanna Zott, acompañada por su madre, Iñaki sí acudió al piso que el sobrino del Rey Felipe VI comparte en Barcelona con varios compañeros. Serio, y en solitario, el exmarido de la Infanta Cristina visitaba a su hijo, con el que abandonaba el lugar minutos después derrochando complicidad y presumiendo de la especial relación que mantienen.
Un momento en el que, antes de jugar su último partido con el Barcelona, Pablo se reunía con los responsables del que será su nuevo equipo acompañado por su mejor consejero, su padre, que le ha apoyado incondicionalmente en este cambio en su carrera deportiva para seguir progresando como jugador y confirmarse como una de las grandes promesas del balonmano en nuestro país.
Todavía con la camiseta el Granollers en la mano, Pablo se despedía de su padre con un gran abrazo con el que demuestran que, a pesar de que se especula con que apenas se separa de Ainhoa Armentia, su relación sigue siendo la misma de siempre e Iñaki está al lado de sus hijos en los momentos importantes.
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