MADRID, 13 Jun. (CHANCE) -
El pasado jueves al filo de la medianoche a las redacciones de los medios de comunicación llegaba una sorprendente noticia: El Rey Felipe le retiraba el título de Duquesa de Palma a su hermana la Infanta Cristina. La revocación se haría oficial tan sólo unos minutos después con la publicación de un decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Sin embargo al día siguiente la confusión era mayúscula después de que el abogado de la infanta, Miquel Roca, asegurara que no le habían despojado del título sino que había sido ella quien habría tomado la decisión y lo había hecho enviando una carta a su hermano fechada el día 1 de junio en el que decidía renunciar al título que le concedió su padre con motivo de su boda con Iñaki Urdangarín en 1997 aunque eso sí, lo hacía después de una "larga y dolorosa reflexión".
En varios folios escritos de su puño y letra, fechados el 1 de junio en Ginebra y con membrete del Ducado de Palma, Doña Cristina confesaba su "disgusto e incomodidad" por tener que tomar esta decisión. Sin embargo no hay en la carta ningún indicio de arrepentimiento pero sí un culpable ya que considera que la situación en la que se encuentra se debe a las "acusaciones infundadas dirigidas contra mi persona por parte del Sindicato Manos Limpias".
Poco después Zarzuela aseguraba que la carta no llegó el 1 de junio sino la misma noche del 11 de junio, cuando el Rey había tomado ya la decisión y faltaban apenas unas horas para su publicación en el BOE.
LA INFANTA CRISTINA CELEBRA SU 50 CUMPLEAÑOS DESPOJADA DE SU TITULO
Sea como sea, lo cierto es que Doña Cristina ha celebrado su 50 cumpleaños despojada de su título de duquesa, algo que siempre había llevado con "fidelidad y cariño" tal y como manifestaba en la misiva.
El pasado viernes, un día antes de su aniversario pero el primero en el que su título ya era el de ex duquesa de Palma, la hermana de Felipe VI llegaba a su domicilio de Ginebra sonriente, intentando capear el temporal, no sólo el de esa mañana gris en Suiza, sino el que se cernía de nuevo sobre la Familia Real.
Su madre, la Reina Sofía, y su hermana la Infanta Elena han viajado hasta Ginebra para estar a su lado. También su prima Cristina de Borbón-Dos Sicilias ha celebrado este día tan amargo con ella.