MADRID, 9 Ago. (CHANCE) -
Después de casi un mes en Sudáfrica, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han puesto fin a su exclusiva luna de miel y ya están de regreso en Madrid. En el recuerdo, un viaje de novios inolvidable en el que han visitado Ciudad del Cabo, han disfrutado de un safari de lujo en la espectacular reserva privada de Sabi Sands, en el Parque Nacional Kruger -en el que han visto muy de cerca animales como elefantes, leones, cebras o rinocerontes en su hábitat natural-, y en el que se han quedado sin palabras con la espectacularidad de las Cataratas Victoria en la frontera entre Zambia y Zimbaue.
Si esta mañana era la marquesa de Griñón la que se dejaba ver a las puertas del apartamento que comparte con su ya marido en el centro de la capital, afirmando con una sonrisa que su luna de miel había ido "fenomenal" y revelando sus deseos de convertirse en madre "cuando Dios quiera", horas después es Íñigo el que ha reaparecido, retomando las rutinas que ha aparcado desde que contrajo matrimonio con Tamara el pasado 8 de julio.
Con ropa deportiva, y desafiando la ola de calor que está azotando a Madrid en los últimos días, el empresario ha salido de su domicilio a mediodía para hacer ejercicio. Y así, a las carreras, ha abandonado el lugar sin hacer ninguna declaración sobre cómo lo ha pasado en su luna de miel.
Una hora después, Onieva volvía a casa y, más tranquilo -aunque muy serio en su reencuentro con las cámaras- ha asegurado que "todo" está "muy bien", y que se lo ha pasado "muy bien" en su viaje de novios en Sudáfrica, evitando revelar ningún detalle sobre su primer mes como marido de Tamara Falcó. El momento, ¡a continuación!
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