MADRID, 29 Oct. (CHANCE) -
Inma Cuesta y Clara Lago son dos de las actrices españolas más destacadas del momento. Jóvenes y exitosas, las protagonistas de Primos se convirtieron en grandes amigas gracias al rodaje de esta película.
Ahora, Vogue ha conseguido reunirlas en su número de noviembre ante el inminente estreno de la segunda parte de Ocho Apellidos Vascos -ahora catalanes- y lo nuevo de Inma Cuesta: Kóblic. Un triller erótico que verá la luz antes que el melodrama de Pedro Almodóvar Silencio.
Y es que ambas actrices han conseguido hacerse hueco en el mundo del cine gracias a su talento y trabajo. Inma Cuesta ha sobrevivido al personaje de Margarita en Águila Roja y triunfa en la gran pantalla con su última película Los Miércoles no existen. A pesar de la polémica generada hace unas semanas por su denuncia pública contra el photoshop, la actriz se muestra así de natural para Vogue.
INMA CUESTA: "CADA VESTIDO EXIGE UNA MANERA Y ESO HAY QUE ENSAYARLO"
"En la alfombra roja te sientes como en una competición. Y acabas yendo toda estresada temiendo no haber acertado, que el vestido quizá no esté de moda o que no siga la tendencia de... 'de su prima' (risas). En San Sebastián tenía que entregar un premio, así que le dije a mi estilista: 'Ana, no quiero comerme el atril. Ponme un vestido que no me pueda pisar; lo demás me da igual'. El vestido al final era precioso, de Stella McCartney, y fui encantada. Pero a veces, con aquello de 'mira este Jimmy Choo', te hacen el lío. Pues me da igual Jimmy Choo. Sólo quiero andar normal. Y luego hay que posar, y cada vestido exige una manera y eso hay que ensayarlo", confesaba divertida Cuesta.
A lo que Clara Lago añade: "Y hay que echarle morro. El morro ese de 'ahora cojo y me doy la vuelta', por ejemplo. El mítico 'Pataky'. Pero que da como vergüenza ajena cuando lo haces tú".
Respecto a lo que más les hace feliz, la novia de Dani Rovira tiene claro lo que busca: "La felicidad son momentos pero, para mí, siempre relacionados con las personas. Hay gente que sabe encontrar ese momento en un árbol, el sol o sus mascotas, pero yo he descubierto que necesito seres. Vivos y humanos, a poder ser", mientras que Inma Cuesta confiesa: "Pues yo te diría que no lo sé. Hace un tiempo decidí hacerme un viaje yo sola. Me fui a Cádiz con mi perra, me alquilé un apartamentito y nos fuimos a la playa. Y oye, las dos ahí mano a mano, yo dibujando, estaba tan feliz que la miré y pensé: 'Esto se va a quedar siempre conmigo'. Me sentí súper..."