MADRID, 16 Ene. (CHANCE) -
Tras viajar de urgencia a Las Palmas el pasado fin de semana para arropar a Anabel Pantoja en cuanto se entero del ingreso de su pequeña Alma en la unidad de Medicina Intensiva del Hospital Materno-Infantil de Gran Canaria, Kiko Rivera se encuentra de nuevo en Sevilla a la espera de novedades en el estado de la recién nacida para regresar al lado de su prima.
Estuvo en la isla menos de 24 horas, las suficientes para demostrarle a la influencer que está a su lado en este durísimo trance en el que la preocupación por su hija es máxima. Y de regreso en su domicilio para atender sus compromisos profesionales y familiares, el hijo de Isabel Pantoja está pendiente en todo momento del estado de la bebé y en contacto permanente con Anabel.
Así lo ha revelado su mujer Irene Rosales con una sonrisa triste y un gesto de asentimiento con la cabeza, confirmando que el Dj está arropando incondicionalmente -aunque sea desde la distancia- a su prima en el peor momento de su vida. Muy discreta, sin embargo, ha evitado ser ella quien comente si ha habido una evolución en el estado de la pequeña, ni si es cierto que la influencer y su pareja, David Rodríguez, están esperanzados con su recuperación.
Aunque el hermetismo impera al tratarse de un tema tan delicado como su salud, y más teniendo en cuenta que tan solo tiene mes y medio de vida, Antonio Rossi ha asegurado en 'Vamos a ver' que en estos momentos hay esperanza porque el hecho de que no haya habido una involución ni un empeoramiento en los últimos días, invita al optismismo. La situación está controlada y se confía en que la pequeña evolucione positivamente, pero todo apunta a que su ingreso hospitalario "va para largo, y hay que esperar y ver la evolución".
De ahí que Kiko haya tomado la decisión de no regresar por el momento a Las Palmas, ya que consciente de que Anabel y David están muy bien acompañados por amigos y familiares -que no les han dejado solos en ningún momento desde que su hija ingresó de urgencia el pasado 12 de enero- tampoco quiere agobiar ni ser una carga para ellos, como ha desvelado Leticia Requejo en 'TardeAR'.