MADRID, 23 Oct. (CHANCE) -
Irene Rosales no se ha separado de Kiko Rivera tras su ingreso hospitalario a causa de un ictus. Sin duda, ha sido el gran apoyo del dj en estos momentos tan complicados por los que está pasando. Tras estar un día en cuidados intensivos, finalmente ha sido trasladado a planta donde mejora favorablemente.
Su mujer, ha sido la encargada de ir informando sobre los avances del estado de salud de su marido, tranquilizando a la prensa y asegurando que “está todo bien”. A pesar de que todavía es pronto para hablar de un alta hospitalaria, Irene asegura que el dj “ha pasado buena noche”, por lo que parece que la situación va mejorando.
Y es que a pesar de que todos los ojos están puestos en las visitas familiares, no cabe duda que el cariño de su mujer en estos momentos ha sido indispensable para Kiko. “Me case para lo bueno, para lo malo y para lo regular”, reconoce Irene mientras sale del hospital un día más.
A pesar de que, tal y como asegura Irene, el dj “está evolucionando muy bien” pero “lo más importante en estos momentos es su salud”, por lo que “Kiko necesita toda la tranquilidad del mundo”.
Cansada de todo el revuelo que está causando la posible visita de Isabel Pantoja a su hijo en el hospital, Irene Rosales por fin ha hablado: “Kiko no tiene una relación ahora mismo de lo más normal con la madre, entonces emocionalmente si que le puede alterar un poco ver a su madre en estas condiciones”.
Parece que, por el bien de su salud, el esperado encuentro entre madre e hijo va a tener que esperar, aunque puede que este solo sea el principio de una reconciliación.
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