MADRID, 23 May. (CHANCE) -
No es la primera vez que Nuria Fergó se muestra incómoda con las preguntas sobre la exmujer de su prometido Juan Pablo Lauro, Irene Villa; pero en su última aparición fue un paso más allá y dejó claro que no tiene nada que ver con la coach: "No forma parte de mi familia porque sea una ex de alguien. Tampoco me preguntáis por el padre de mi hija, porque es que yo creo que está claro, totalmente claro" sentenciaba.
Unas contundentes declaraciones que han dado mucho que hablar y a las que Irene ha reaccionado en el concierto de su grupo favorito, Modestia Aparte, este miércoles en el madrileño Teatro Kapital. "Yo creo que no hay ningún problema, está todo bien, estará un poco cansada también de que le pregunten, a lo mejor, no lo sé" ha asegurado, intentando quitar hierro a las palabras de Nuria, a las que prefiere no dar importancia: "No me molesta tampoco tanta sinceridad. Yo solo sé que estamos contentos cada uno con la pareja que ha elegido y eso es lo que nos tenemos que quedar".
"Cada uno tiene su vida. Coincidimos para los niños, tema niños, y ya está, y darnos la enhorabuena porque estamos los dos muy felices. A mí me ha tocado la lotería y no puedo estar más feliz" confiesa, saliendo en defensa de su exmarido y la triunfita al afirmar que "es rizar el rizo" decir que anunciaron su compromiso porque previamente ella había hecho lo propio con David Serrato. "Ha coincidido y ya está" zanja.
Inmersa en los preparativos de su boda, Irene nos ha contado lo feliz que está con su futuro marido, al que define como su "alma gemela". "Estoy más feliz imposible" desvela, adelantando que ya tiene casi todo preparado para dar el 'sí quiero' al soriano el 21 de septiembre en el monasterio de Santa María de la Vid. Su secreto mejor guardado, su vestido de novia, que asegura que nos va a sorprender: "Va a ser muy bonito... creo que nadie se lo va a esperar como es, es diferente. Yo quería estar a gusto y ser yo, yo no quería ser otra cosa".
Tras convertirse en marido y mujer, Irene y David seguirán viviendo separados como hasta ahora. Algo que en su caso funciona a las mil maravillas. "Sobre todo en la suya, que la ha adaptado para mí y esto sí que es un acto de amor. Él vive en un triplex, que es que tiene cuatro plantas, una casa llena de escaleras. Y digo, yo aquí no puedo. Y de repente, pues ha hecho un baño adaptado. Bueno, como una suite en un hotel. Así que ¡como para no casarse!" exclama emocionada.
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