MADRID, 1 Ago. (CHANCE) -
La Fundación de Isabel Gemio ha obtenido un reconocimiento para seguir apoyando a la investigación de enfermedades raras, pero ha asegurado que España todavía tiene que concienciarse de estas cuestiones ya que “le puede tocar a cualquiera.
“Creo que hay muchas personas que sí podrían permitírselo pero no ha calado todavía esa conciencia, ese compromiso de que tenemos que pasar por la vida dejando algo, tratando de preguntarnos qué necesitan los demás, no solo mirarnos a nosotros, pensar en nuestros problemas”.
La presentadora ha asegurado que la fundación le aporta “mucha felicidad y mucha fuerza”: “Cuando las madres recibimos un diagnóstico de este calibre el mundo te cambia muchísimo, da un giro radical tu vida y una de las cosas que haces es postergar el llegar, el acercarte a asociaciones que trabajan ya con estos enfermos porque piensas yo no puedo, no aguantaré, pero todo lo contrario, porque ellos son un ejemplo de superación, de energía, de no perder la sonrisa, de dar ánimos a los demás, de no quejarse nunca de nada”, ha comentado además que ya se ha tomado unas vacaciones, pero volverá a relajarse con sus hijos en la playa. “Lo que yo entiendo por vacaciones es hacer las mínimas maletas posibles y moverme lo mínimo posible”.
CHANCE: Bueno Isabel, hoy es un día muy feliz.
ISABEL GEMIO: Pues sí porque no todos los días te dan diez mil euros, cuesta muchísimo conseguirlos. A veces, trabajar muchísimo para un evento, por ejemplo, y sacar menos incluso y nosotros tenemos muy pocos recursos, somos en el día a día dos personas tan solo trabajando en la fundación. Por lo tanto conseguir dinero nos cuesta muchísimo y esto nos viene así, sin que nosotros tengamos que utilizar esos pequeños recursos pues imagínate, muy felices y agradecidos.
CH: ¿Y en estos tiempos de crisis tú notas que es más difícil que la gente se implique más?
IG: Que se implique y que done. Nosotros somos intermediarios realmente, ponemos en marcha nuestros propios eventos lógicamente, los socios, las personas particulares, las empresas también nos aportan lo que pueden, pero en tiempos difíciles cuando hay muchas empresas y mucha gente que lo está pasando muy mal pues evidentemente no está entre las prioridades ir dando dinero si no te sobra. Pero yo creo que también hay muchas personas que sí podrían permitírselo pero no ha calado todavía esa conciencia, ese compromiso de que tenemos que pasar por la vida dejando algo, tratando de preguntarnos qué necesitan los demás, no solo mirarnos a nosotros, pensar en nuestros problemas, pero eso es una cuestión muy personal, no se puede influir en ella.
CH: Todavía tenemos que concienciar un poquito a los demás.
IG: Yo creo que falta mucho. Tenemos una idea equivocada, lo digo por las estadísticas: ‘España es una país muy solidario’; lo es en ocasiones puntuales cuando hay una catástrofe puntual, Nepal o en Sudamérica, o una riadas La gente responde muy generosamente, pero con regularidad como ocurre en otros países, como ocurre en el mundo anglosajón o en los países nórdicos o Francia, la gente se involucra dando un dinero de su sueldo todos los meses, o con una causa, con una ONG, puntual y cada mes a lo largo del año. Eso todavía, desgraciadamente, no ha calado en nuestro país.
CH: ¿Tú estás de acuerdo con la opinión de Bertín de que estamos aquí porque hay quienes no están haciendo bien lo que tienen que hacer?
IG: Yo te puedo asegurar que no hubiera puesto en marcha una fundación, porque cuesta muchísimo sacrificio, muchísima energía, muchísimo tiempo, si yo hubiera visto que hay investigación suficiente en este campo. Cuando comenzó nuestra fundación, cuando empecé a investigar y vi que se investigaban tan poco estas enfermedades dije ‘¿qué puedo hacer?’ y todo el mundo me sugirió una fundación y aquí estamos, aportando nuestro granito de arena.
CH: Tú con la fundación llevas más de seis años, y habéis conseguido bastante, has conseguido aportarle a los demás ¿pero qué te ha aportado la fundación a ti?
IG: Mucha felicidad y mucha fuerza. Cuando ves afectados que se emocionan y lloran por lo que estamos haciendo y te dan las gracias, que no deben darlas porque aquí cada uno hacemos lo que podemos. Hay tantos padres y tantas familias que hacen cosas en silencio, sin que se les ponga una cámara delante y su día a día es tan difícil. Por lo tanto, yo soy una afortunada, he aprovechado entre comillas esta fama que me ha dado la vida, mi profesión, para hacerla útil y ponerla al servicio de esta causa que me ha tocado a mí como le puede tocar a cualquiera.
CH: ¿Tú qué sientes cuando conoces a estas madres como tú, otros padres, otros familiares que se encuentran en la misma situación pero como tú dices no tienen esa cara pública para poder?
IG: Yo he vivido tantas historias, tantos momentos y tantas emociones en todo este año Te puedo asegurar que hay mucha esperanza y mucha alegría porque no se quejan, para mí son todo un ejemplo de fuerza. Siempre digo que ellos me dan mucha fuerza, cuando las madres recibimos un diagnóstico de este calibre el mundo te cambia muchísimo, tu vida da un giro radical y una de las cosas que haces es postergar el llegar, el acercarte a asociaciones que trabajan ya con estos enfermos porque piensas yo no puedo, no aguantaré, no soportaré todos los días dramas e historias tristes. Pues todo lo contrario, porque ellos son un ejemplo de superación, de energía, de no perder la sonrisa, de dar ánimos a los demás, de no quejarse nunca de nada. Yo veo tanta gente que está bien, que tiene salud, que tiene un trabajo, que tiene familia que le quiere, que pueden hacer cosas y son tan quejicas y por cualquier cosa montan un número. No está compensado. Quizá la naturaleza, la vida, le da a esas personas esa fuerza y ante esa disyuntiva ¿qué te queda si no luchar y dar lo mejor de ti? Yo creo que en las adversidades se ve realmente cómo somos.
CH: me dices que ellos no pierden la sonrisa pero vemos que tú tampoco.
IG: Yo digo siempre que vengo llorada de casa porque los familiares claro que lloramos y tenemos nuestro días duros, ¿quién no teniendo una persona querida enferma? Tampoco vamos a engañar y decir que esto es un mundo fantástico porque estaríamos engañándonos a nosotros mismos, pero hay que darle al mundo siempre nuestra mejor cara.
CH: Lo último, si nos quieres contar cuáles son tus proyectos para este verano.
IG: Descansar, he estado 15 días, este año he adelantado un poquito mis vacaciones porque estaba un poco estresada y superada por el trabajo y por muchas cosas y he tenido ya quince días con los niños en la playa descansando y desconectando absolutamente y esta semana he retomado la fundación y algunas reuniones, este acto de hoy, hoy tengo una sesión de fotos etc, y luego ya empezaré el 1 de septiembre ya me haré un viaje al extranjero con amigos, ocho días o así y el resto del tiempo tranquilita en casa con amigos y teatro, cine, lectura y sol y relajar. Eso es lo que yo entiendo por vacaciones, hacer las mínimas maletas posibles y moverme lo mínimo posible.