MADRID, 12 Feb. (CHANCE) - Isabel Pantoja ha regresado a los escenarios. La tonadillera ha comenzado con su gira Hasta que se apague el sol en Madrid con un éxito rotundo. El WiZink Center hasta la bandera, la emoción a flor de piel, un chorro de voz envidiable y fuerza y energía hasta la una de la madrugada. Eso sí, la actuación también estuvo plagada de mensajes, momentos emotivos, indirectas y alta costura... Sin duda el vestuario elegido por la tonadillera era una de las grandes incógnitas de la noche. Isabel ha confiado su regreso en el diseñador Pedro Ladrón de Guevara, quien le ha hecho un total de 10 vestidos, de los cuales anoche lució tres. Apareció por primera vez sentada en un chaise-longe sobre el escenario tras subirse el telón. Con vestido negro con pedrería en la parte posterior y un capote blanco con lunares negro, a juego con los detalles de las mangas y como homenaje a Paquirrín. Después de casi una hora y media y cuando el público pensaba que ya no verían a la tonadillera con otro estilismo, Isabel desaparecía para volver con un impresionante vestido blanco de flamenca con bata de cola, lunares grises y bordados. Además para su actuación de copla Isabel eligió peineta y mantón de Manila blanco. Con este vestido Isabel demostró que es la reina moviendo la bata de cola. Por último y para terminar eligió un vestido de flamenca en negro con estampado de flores y volantes en multicolor, con el que Isabel jugó con las capas y volantes en su triunfal despedida. Isabel necesitaba un baño de masas después de su retiro y por eso eligió el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid, confiando en que sus acérrimos fans no la fallarían y así fue. La noche estuvo repleta de emoción, de principio a fin. Nada más salir al escenario la ovación por parte del público emocionó a la artista, que a medida que pasaba el tiempo e iba recibiendo aplausos y halagos se sentía mucho más cómoda y desenvuelta. Después de un par de canciones Isabel rompió su silencio dando las gracias a todos los asistentes, pero sin duda el momento más emotivo llegaba con la canción que le dedicaba a su madre, Doña Ana. Después de pedir permiso al público Isabel Pantoja le dedico a su madre Te lo pido por favor, arrancando las lágrimas de Doña Ana y de su hijo Kiko Rivera. "Su ilusión es verme, soy su motor" aseguraba la tonadillera notablemente emocionada. El concierto de Isabel y su regreso en general está marcado por la ausencia de su admirado Juan Gabriel. En sus últimas apariciones Isabel ha querido rendirle homenaje y en está ocasión no iba a ser menos: "No pude despedirme de ti, me esperaste, pero cada día te canto y te recuerdo y sé que seguiremos cantando cuando estemos juntos" confesaba la artista durante otro de los momentos más emotivos de la noche antes de cantar su éxito Perdona si te hago llorar. Además Isabel mostró su faceta como abuela, dedicándoles una canción a sus tres nietos. Juan Gabriel escribió Abrázame cuando solo había nacido Francisquito, el primer hijo de Kiko Rivera, pero ahora la cantante cuenta también con el cariño de Albertito, hijo de Chabelita, y de Ana, de quienes no se olvidó durante su gran noche. Una aparición de la Pantoja es sinónimo de indirecta tras indirecta y sus conciertos la mejor pista de disparo. Aunque en está ocasión la cantante estuvo mucho más sosegada no quiso perder la oportunidad de mandar algunas perlas. Callando los rumores que alertaban de que posiblemente su hija Isa Pantoja no acudiría al concierto por no encontrase con su tío Agustín y su abuela, la cantante quiso dejar claro que se encontraba su familia entera al dar las gracias "Gracias a mi familia al completo, que se encuentra hoy aquí" declaraba para quien supiera leer entre líneas. Sin hacer mención a su tiempo en prisión y sin pronunciar la palabra cárcel, Isabel agradecía el apoyo a sus fans y su presencia después de un tiempo retirada: "Gracias por este compás de espera". Tras la guerra que se le ha declarado desde el plató de Sálvame y principalmente Jorge Javier, la artista quiso añadir en su repertorio No discutamos. Conociendo a Isabel y sabiendo que no da puntada sin hilo imaginamos que está es otra clara indirecta. La andaluza que es muy habitual a cambiar la letra de sus canciones para mandar algún que otro mensaje, modifico en esta ocasión la letra de Debo hacerlo para añadir " Debo, quiero y puedo, tengo el derecho de vivir" un mensaje claro con el que pide respeto en su nueva vida. Además, antes de comenzar con esta rumba dijo "No queréis moderna, pues toma", como indirecta a todos aquellos que aseguran que es una artista antigua,