MADRID, 26 May. (CHANCE) -
Isabel Pantoja volvió a triunfar este sábado en Zaragoza con un espectáculo inmenso. Haciendo un recorrido por toda su carrera profesional, la artista dejó claro que su voz sigue siendo arrolladora y que tres horas de concierto le saben a poco. Levantando a todo su público y emocionándoles con cada interpretación, Pantoja se llevó los bolsillos lleno de cariño.
Como es habitual en cada concierto, la reina de la copla mandó indirectas a través de sus canciones... de hecho, en este concierto la vimos más activa que nunca a la hora de cambiar las letras y dirigirse a personas que, sin nombrar, podemos intuir.
El primero de ellos vino cuando cantó 'Amor eterno', canción que anunciaba diciendo que es una de las preguntas que más le han hecho a lo largo de su vida: "Me preguntan si lo quiero todavía, si los años me ayudaron a olvidar, si recuerdo su mirada y su sonrisa, la figura de su cuerpo al caminar" y, refiriéndose a Paquirri, dejaba claro que: "Pues sí, no lo he olvidado nunca, ni lo olvidaré".
También lanzó mensajes con 'Vas a extrañarme', algo que ya hizo en Madrid, pero no de forma tan directa, ya que mientras la interpretaba aseguró que "van a extrañarme" y cuando terminó el tema volvió a recalcar que: "Si os digo una cosa, hay mucha gente que me van a extrañar. Van a extrañarme y me da mucha pena, pero van a extrañarme, ya lo creo".
Sin embargo, mientras que todos los mensajes fueron dirigidos en plural, llegó un momento de la noche que se centró en una sola persona y femenina. Eso lo vivimos cuando cantó 'Desde que vivo con otro', tema en el que cambió de nuevo la letra y, sin pudor, dijo: "Yo es que noto amargura en tu rostro, ¡amargada!".
Por último, con otro de sus temas icónicos, 'Donde el corazón me lleve', la artista se confesó con su público dejando claro que todo lo que ha hecho en la vida ha sido porque se lo ha mandado su corazón: "A mí siempre me ha podido el corazón y he ido a donde me ha llevado".
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