MADRID, 2 Jun. (CHANCE) -
Isabel Pantoja ya disfruta de su primer permiso penitenciario. Este pasado lunes 1 de junio, la tonadillera más famosa de España salía de la prisión de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ante la expectación de una gran masa de medios.
Algo parecido ocurría a principios del pasado mes de enero, cuando José Ortega Cano salía de la prisión de Zuera (Zaragoza). Allí también existió esa masa de medios pero quizá, algo menos que la que esperó a la salida de prisión de Pantoja.
Similitudes y diferencias entre una salida y otra. Por ejemplo, al diestro fue a recogerle su pareja y madre de su hijo, Ana María Aldón mientras que para Isabel Pantoja, el único que acudía a las puertas de la prisión era su hermano, Agustín Pantoja.
DIFERENTES TRATOS CON LOS MEDIOS
La salida de la cárcel de Isabel Pantoja y viendo la gran nube de cámaras y de reporteros que se agolpaban, la tonadillera no quiso hablar aunque si mandó saludos a todos ellos. Despidiéndose de la directora del centro, y también mandando besos a sus compañeras, así fue el instante en el que salió la cantante.
Poco se vio en el momento que salió de la cárcel Ortega Cano, pues la estructura de cada centro penitenciario es diferente. Aunque el diestro también se despidió de los funcionarios de la prisión. Eso sí, el torero ya ha disfrutado varias veces de otros permisos.
Dos salidas diferentes, pero a la par, muy similares que causaban gran expectación en la prensa. Y es que también sorprende los dos grandes cambios que hemos podio ver en los dos.
ALGO MÁS... ¿REJUVENECIDOS?
Los cambios físicos son dignos de analizar. Ya lo hicimos con Ortega Cano, donde aparecía sin canas, teñido de negro, sin gafas de sol y con un vestuario para nada sobrio y quizás juvenil. Lo mismo ha ocurrido con Pantoja.
Su larga melena lucía brillante eso sí, no dejaba de usar la inconfundible coleta que tanto caracteriza a la cantante. Sorprendentemente, las gafas de sol a pesar de estar presentes, por una vez no estaban situadas en la cara de la tonadillera.
En cuanto al estilismo, también sorprende. Blusón rojo y pantalones blancos, que hacían que Isabel Pantoja luciese más rejuvenecida como ya le ocurrió a Ortega. ¿Será el tiempo que no hemos visto a los dos lo que propicia que el cambio sea tan grande?
Sin embargo, como bien ha expresado Joaquín Prats en El Programa de Ana Rosa, "a veces frivolizamos porque Ortega y ella salen como si hubieran estado en un spa pero es un drama estar en la cárcel, pero no es lo mismo el día que entras que llegas a un sitio desconocido y ahora que sabes que un día más es un día menos y te ha dado tiempo a asumirlo".
Y ASÍ ES COMO ENTRARON EN LA CÁRCEL, RICTUS SERIO Y GAFAS DE SOL, IMPRESCINDIBLES
Pero hay que recordar como entraron, con un rictus serio, viendo a lo que se tendían que enfrentar, un sitio desconocido como bien aseguraba el co-presentador de El Programa de Ana Rosa. Toda una condena por cumplir, perder la libertad de manera momentánea, la sensación de no haber dejado todos los cabos bien atados antes de entrar en prisión.
Isabel Pantoja entró hasta en la mismísimo interior casi de Alcalá de Guadaíra, en coche. Con las gafas de sol que tanto destacan en su figura, vestida casi de luto y sin apenas dirigirse a la prensa que a esas tempranas horas hacía guardia en la prisión.
Diferente fue Ortega Cano. Por ejemplo, el diestro fue andando hasta el centro dejando a su pareja, Ana María Aldón, destrozada y llorando. Una difícil despedida sin duda. Grandes cambios desde que entraron hasta que salieron, pues en esos primeros momentos tenían en mente la gran cantidad de días que iban a pasar en prisión. Una vez que salieron, la condena estaba reducida y ya podían ver el sol en el horizonte.
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