MADRID, 12 Ene. (CHANCE) - Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler están disfrutando cada momento de su historia, en la que ambos han vuelto a recuperar la ilusión en el amor. La pareja, que ha estado durante algunas semanas separada por motivos laborales del premio Nobel, se volvió a reencontrar en Nueva York donde además de disfrutar de la compañía el uno del otro, también celebraron el día de Acción de Gracias en compañía de los hijos de Isabel: Chabeli, Julio y Tamara. A su regreso, el premio Nobel no dudó en reconocer que todos los hijos de Isabel son muy simpáticos. Aunque fue una reunión de lo más familiar faltó Ana Boyer que, como ella mismo comentó, no pudo estar porque ella no tenía vacaciones. La pareja dio la bienvenida al 2016 en un lujoso hotel de Puerto Rico en el que la habitación rondaba los 3.000 euros; mientras que los hijos del escritor peruano comenzaban el año nuevo junto a su madre, Patricia Llosa, en República Dominicana. Si al principio de la relación sus encuentros se limitaban a lugares privados y con un círculo de gente muy cercano, ahora muestran su amor a los cuatro vientos como podemos ver en estas imágenes tomadas en el Auditorio de Madrid. Con una felicidad que se puede percibir en sus rostros, se limitaron a sonreír. Haciendo gala del buen gusto y la elegancia que le caracteriza, Isabel lucía espléndida con un vestido con pronunciado escote, botas hasta la rodilla y torera de piel. Un año que ha comenzado con muy buen sabor de boca para el escritor. Mario Vargas Llosa ha sido galardonado con el XII Premio Don Quijote de Periodismo por su artículo en El País del pasado 11 de enero, Cusco en el tiempo. Un reconocimiento que seguro ha llenado de satisfacción al periodista y escritor que disfruta de una etapa de estabilidad profesional y sentimental, antes de iniciar los trámites de un divorcio multimillonario con la madre de sus hijos.