MADRID, 4 Abr. (OTR/PRESS - Arantxa Choclán)
La adicción a las drogas de su madre dejó su mundo interior hecho trizas. Novia del príncipe Felipe durante dos años, IsabelSartorius es una mujer nueva, que sale adelante por sus propios medios, con la ayuda de su hija Mencía, de sus hermanos.
Nadie diría lo difícil que ha sido su vida, los momentos tan duros que pasó junto a una madre a la que quería con locura y por la que luchó en un intento desesperado por sacarla de la droga, convirtiéndose ella misma en codependiente.
Una enfermedad del alma que marcó su adolescencia hasta que se puso en manos de gente experta que le devolvió la autoestima y las ganas de vivir. Así arranca la entrevista que Sartorius ha concedido a la revista Diez Minutos.
Isabel reconoce haber tenido grandes problemas emocionales, que le impedían vivir su vida. Y ahora, tras años de terapia, y con una vida mucho más tranquila que la de antes, ha escrito un libro con el que pretende ayudar a las personas que, como ella, padecen este tipo de codependencia.
Lo cierto es que gracias al nacimiento de su hija, la empresaria se centró y se responsabilizó. Mencía le salvó del caos en el que vivía. Isabel se siente satisfecha de su papel de madre, aunque manifiesta que quizá la proteja demasiado.
También habla del Príncipe, sobre el que, afirma, tuvo un flechazo en su primera cita. Pero lo cierto es que ella nunca se vio como la chica ideal de la que hablaban las revistas. "Si tú no te gustas, si tu no te quieres, hay que arreglar ese problema y es lo que yo hice", cuenta en la entrevista.
Por ese motivo huyó a Londres, para descansar y sentirse libre del caos que era su vida. Ahora Isabel es una mujer de pocas ataduras, aunque destaca que toda su vida es una atadura con su madre. "Hoy ya no me asusta vivir en pareja, pero me he convertido en una llanera solitaria, en una persona un poco egoísta".