MADRID, 19 Feb. (CHANCE) -
Jamie Dornan se ha convertido en el actor del momento. Su personaje como Christian Grey ha dado la vuelta al mundo y le ha catapultado a la fama mundial.
Pero el camino hasta el estrellato no ha sido nada fácil para Jamie. Su infancia en Holywood- que no Hollywood- fue de lo más dulce, el pequeño de una familia feliz que tenía a dos hermanas mayores y unos padres que le adoraban.
Jamie creció como uno de los chicos más guapos del instituto al que las chicas no paraban de mirar en el campo de rugby. Una infancia y juventud de lo más feliz que se truncó a los 16 años cuando su madre falleció de un cáncer de páncreas.
El actor intentó reponerse a la adversidad pero un año después cuatro de sus mejores amigos fallecieron en un accidente de tráfico, como desvela Lecturas. Otro duro golpe que llevó a Jamie al borde de la depresión.
Hundido y destrozado, el actor se refugió en la interpretación y el mundo de la música para volver a encauzar su vida. Años más tarde, Dornan se ha convertido en uno de los actores más deseados y en un papá orgulloso de su pequeña Dulcie. Una historia que, salvando las distancias, tiene un cierto paralelismo con el drama de Christian Grey.