MADRID, 19 Nov. (CHANCE) -
Como ya os contábamos, algunas celebrities habían sufrido bullying y con gran esfuerzo y afán de superación, se han convertido en las grandes estrellas que son ahora. Una de ellas es Jennifer Lawrence, donde su época en la escuela no fue muy buena. Sin embargo, ahora podríamos entender el por qué.
Y es que cuando era pequeña, Jennifer Lawrence era hiperactiva como bien ha confesado para la revista francesa Madame Figaro, de la que es portada. "Mi apodo era 'nitro' como la nitroglicerina. Era hiperactiva, muy curiosa acerca de todo". Una hiperactividad que para nada era mala, y que aún a día de hoy se puede ver en lo radiante que se muestra y la cantidad de energía que se necesita para ir de premiere en premiere para promocionar tu nueva película.
"Cuando mi madre habla de mi infancia, siempre dice que había una luz dentro de mí. Sin embargo, cuando fui a la escuela, la luz se apagó", añadía la protagonista de Los juegos del hambre: En llamas. "Nunca supimos lo que era, una especie de ansiedad social. Pero no tenía amigos". Puede que esto es lo que agravó aún más que sintiese rechazada por sus compañeros por este tipo de miedo, y dio paso a que sus compañeros la rechazasen.
Una etapa que como bien confesó ella, no duró mucho tiempo ya que en el instituto todo marchó sobre ruedas. Aunque durante esa etapa estuvo viendo a psiquiatras y medicándose para tratar este problema. Sin llegar a ser demasiado grave, la actriz ya apuntaba maneras de pequeña y la actuación fue el faro que iluminó su destino.
"Un día, les rogué a mis padres que me llevaran a un casting", comentaba para la revista. "Fuimos a Nueva York y ahí es donde empecé a actuar. Sobre el escenario, mi madre vio un gran cambio en mí. Observó como mis ansiedades desaparecieron", añadía Jennifer Lawrence. Una vez encontrada su vocación pudo encajar perfectamente en su lugar, una vez empezado el instituto.
Dicha vocación y esfuerzo han conseguido que consiguiese un Óscar a una edad muy temprana y además cosechar un gran éxito con la saga de Los juegos del hambre. Finalmente la actriz añadía a Madame Figaro: "Me hizo muy feliz (el casting) porque me sentía bien. Por eso mi madre luchó para que me convirtiese en actriz".
"Me vieron tan feliz de que sacrificaron todo por mi felicidad... Sin mi familia, yo no sería nada", sentenciaba Lawrence. Ante el estreno inminente de su nueva película, poco a poco vamos conociendo más de ella, y es que con la espontaneidad por bandera, se está consiguiendo el cariño del público y de la crítica a partes iguales.