MADRID, 23 Feb. (CHANCE) -
Algún defecto tenían que tener los espectaculares vestidos que nuestras celebrities se ponen para la gran noche del cine. Y es que parece que éstos no parecen del todo propicios para mantener el equilibrio.
Las dos pasadas ediciones de la gala fue Jennifer Lawrence la que tropezó y cayó al suelo. Menos mal que la actriz se caracteriza por su buen humor y lejos de abochornarse sabe reírse de sí misma.
Este año Lawrence no nos ha vuelto a deleitar con ninguna caída, pero la que estuvo a punto de tomarle el relevo fue su tocaya Jennifer López.
López se dirigía al escenario para entregar el oscar a mejor vestuario cuando tuvo un traspié. Menos mal que iba del brazo de Chris Pine que sostuvo a la actriz para que ésta no cayera.