LOS ANGELES 3 May. (EUROPA PRESS) -
La vida de Jesse James se vino abajo cuando se descubrió que era infiel a Sandra Bullock; y es que aparte de perder a su mujer, el aluvión mediático le señaló como el malo de la película. Ahora, James ha explicado cómo se sintió en aquellos momentos y la nueva vida que ha empezado.
En febrero del año pasado, Sandra Bullock lo tenía todo: un Oscar, un marido al que adoraba y con el que acababa de adoptar un niño. Fue entonces cuando la bomba explotó y se supo que Jesse James le había sido infiel con varias mujeres.
El público se puso del lado de Bullock, quien se mostró más abierta acerca del duro momento que atravesaba y pidió la custodia total del pequeño Louis, que le fue concedida. James, por su parte, guardó silencio.
Ahora que ha pasado más de un año, el fabricante de motocicletas y 'celebrity' se ha lanzado a hablar sobre lo ocurrido y cómo le va la vida con su nuevo amor.
En el momento en que se descubrieron sus infidelidades, James asegura que "todo se vino abajo" y "tocó fondo". Es por ello que ingresó en una clínica de rehabilitación durante 30 días, lo que le sirvió para hacerse cargo de sus errores y trabajar sus problemas.
Su vida había estado marcada por una infancia dura, que le llevó a perder el rumbo. "Durante toda mi vida me sentí fuera de lugar, nunca sentí que tuviera éxito o que me mereciera algo", ha explicado a 'People'.
Ahora que ya sabe hacerse cargo de sí mismo, ha comenzado a vivir "de nuevo". Se siente "plenamente responsable" de su traición a Bullock, pero no se atormenta por ello: "Estoy mirando hacia delante, pensando con claridad y convirtiéndome en mejor persona".
Su nueva vida tiene lugar en una zona rural de Texas junto a Kat Von D, su prometida. "He reducido mucho mi mundo. Ahora me centro en lo importante: asegurarme de que mis hijos sacan buenas notas y están felices y sanos".
James tiene una hija y un hijo con su primera mujer, Karla, y una segunda hija con su ex mujer Janine Lindemulder. Pero perder la custodia del pequeño Louis es algo que le duele: "Hablar sobre él me parece demasiado íntimo. Es muy dulce y le echo de menos".