MADRID, 7 Jun. (CHANCE) -
Jessica Bueno se ha separado por unos días de su novio, Jota Peleteiro para viajar a Sevilla y reunirse nuevamente con su hijo Francisco, quien ha disfrutado de los correspondientes días junto a su padre. La conocida modelo ha evitado pronunciarse sobre la guerra sin cuartel que mantiene su ex suegra, Isabel Pantoja y la que fuera su cuñada, María Isabel.
La modelo sevillana disfruta al máximo de una tranquila vida en Eibar, donde comparte su vida con el futbolista, Jota Peleteiro, quien se lleva a las mil maravillas con su hijo. El joven siempre se muestra muy atento con el pequeño Francisco a quien trata con mucho cariño.
En la ciudad guipuzcoana la joven lleva una vida de lo más tranquila y casera al lado del jugador del Eibar, equipo que podría abandonar la próxima temporada, fichando por alguno de la capital hispalense. La modelo, comparte estos momentos con su hijo, Francisco, siempre que le corresponde tras el acuerdo judicial al que llegó con Kiko Rivera, con el que comparte la custodia del pequeño y que hizo efectiva tras la petición de medidas cautelares por el Dj cuando la modelo se marchó a vivir al norte de España con el pequeño, sin previo aviso.
Ahora Jessica Bueno se ha separado de su chico por unos días para viajar a Sevilla donde se ha reunido con su hijo Francisco, quien ha disfrutado de los correspondientes días junto a su padre. La joven se reencontraba con su el pequeño que llegaba en brazos de su niñera.
Vestida de manera informal con leggings negros, camiseta gris con un dibujo de Minnie Mouse y deportivas y acompañada por una amiga, se fundió en un interminable abrazo con su hijo, al que colmó de besos durante el trayecto hasta su vehículo. Muy discreta, evitó mostrar su opinión sobre las malas relaciones existentes entre Isabel Pantoja y su hija, acrecentadas tras haber roto su silencio la tonadillera.
Esa misma tarde, Jessica Bueno aprovechó para dar un tranquilo paseo por las inmediaciones de su domicilio en compañía de su hijo y de su madre. En esta ocasión eligió un look más casual con una falda larga rosa flúor, sandalias negras y camiseta blanca con estampado. Por su parte Francisco Rivera Bueno vestía una camiseta de rayas y unos pantaloncitos cortos a juego con la falda de su mamá.
El niño, de año y medio de edad, hizo las delicias de su madre y de su abuela caminando de la mano. El pequeño, que se ha convertido en un niño muy despierto y risueño que cada día guarda un mayor parecido con su papá, se giraba con insistencia para comprobar que su abuela seguía sus pasos.