MADRID, 17 Jun. (CHANCE) -
Anoche Joaquín Sabina volvía a subirse sobre las tablas del Wizink Center de Madrid, sin embargo lo que prometía ser una noche para el recuerdo ha conseguido hacer saltar las alarmas nuevamente sore el estado de salud del cantante, que se quedo mudo en mitad de su actuación. Literalmente.
"No están viendo hoy un buen concierto. Hay días en los que se cruzan los cables del corazón y la garganta", confesaba Joaquín al principio de su actuación, tomado de la voz y en un estado físico que preocupaba a los presentes, sin embargo nada vaticinaba el final del concierto como finalmente sucedió.
"Como saben ustedes, en esta gira interminable he estado recorriendo pasillos de sórdidos hospitales", comentaba Sabina con el público, que añadía emocionado: "envejecer es una puta mierda", y con la mirada perdida y sin ocultar la emoción sentenciaba: "a pesar de haber pisado los escenarios más prestigiosos, el único que rejuvenece es el de Madrid".
Sabina no se encontraba bien y sorprendiendo a todos sus seguidores y dejando su discurso completamente a la mitad abandonaba el escenario. Sus músicos le respaldaron tocando parte de su repertorio durante más de 15 minutos, hasta que Pancho Varona, guitarrista de Sabina, anunciaba lo que los presentes temían: "Joaquín se ha quedado mudo y no puede seguir con el concierto". El público le respaldo con un fuerte aplauso sin embargo Joaquín jamás volvió, ni si quiera para despedirse, del que muchos vaticinan que es su último concierto.
Por ahora el músico no se ha manifestado, pero la preocupación por su estado de salud y ánimo es máximo.