MADRID, 27 May. (CHANCE) -
Johnny Depp vuelve a estar en boca de los medios australianos. Si hace unos días os contábamos desde CHANCE que las autoridades de ese país le obligaron a mandar a sus dos perros de vuelta a casa, ahora podría enfrentarse a una multa de 265.000 dólares y a 10 años de cárcel.
Un comité del senado de Australia aseguró que esa sería la pena en caso de que la justicia encontrara culpable al actor. Es evidente que no corren buenos tiempos para el Capitán Sparrow, que desde que pisó el país para el rodaje de la última cinta de Piratas del Caribe, no ha tenido nada más que disgustos.
El Sydney Morning Herald apuntaba recientemente que el intérprete de 51 años estaba bajo investigación desde que varios medios publicaran unas fotos de las mascotas en un peluquero local y se descubrió que ni su dueño, ni los que le acompañaron en el jet privado a principios de mayo, ni la tripulación hizo mención de la presencia de los animales.
Depp se saltó las estrictas normas que se deben cumplir en el caso de los animales, lo que hizo saltar las alertas y, hasta el propio Ministro de Agricultura, fue claro al asegurar que Pistol y Boo (nombres de las mascotas de Depp) serían sacrificados, si no abandonaban de inmediato el país.
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