MADRID, 19 Mar. (CHANCE) -
"Tengo sentimientos contradictorios. Estuve muchos años muy enamorado y después ya menos, y después hubo un intento de asesinato supuesto y bueno, esto cambia mucho la percepción, y no creo que me afecte demasiado verla. Tengo ganas de cerrar ya este capítulo, es de lo que más ganas tengo" ha declarado Josep María Mainat a su llegada a la Ciudad de la Justicia para verse las caras nuevamente en los tribunales con su exmujer, Ángela Dobrowolski, por el juicio en el que está acusada de un presunto delito de quebrantamiento de condena por enviar un correo electrónico al productor a pesar de tener una orden de alejamiento sobre el catalán. "
La alemana, que actualmente cumple condena en la prisión de Wad-Ras (Barcelona) por otra causa -en la que fue condenada a dos años y medio de prisión por falsificar cheques de Mainat- ha llegado al Juzgado Penal 6 de la ciudad condal en un furgón policial, y durante la vista ha asegurado que el mail con el que presuntamente quebrantó su condena no lo envió ella sino una amiga.
En el mensaje, titulado 'Escóndete patético maricón', Dobrowolski "le increpaba y denigraba de forma reiterada, además de referirse a vivencias comunes y que dieron lugar a la separación, y a posteriores incidentes entre ambos", según expone el fiscal en el escrito de acusación en el que pide una pena de un año de prisión para Ángela, que sostiene que fue su amiga -con la que vivía por entonces- quien escribió el correo electrónico.
"Le parecieron las palabras correctas para mi exesposo. Yo no tenía el valor de decírselo" ha explicado, revelando que tuvo "una crisis nerviosa", pero que su amiga no tenía una prohibición de comunicación contra su exmarido, por lo que, según ella, "no era delito".
Al ser preguntada por cómo su amiga accedió a su cuenta de correo electrónico, Dobrowolski ha argumentado que tenía "mucha confianza con ella", y que incluso cuando la acusada estuvo un tiempo en prisión, esta amiga gestionaba sus ingresos. También ha manifestado que ella hablaba con Mainat en catalán mientras que el correo electrónico estaba escrito en castellano, y que ni siquiera estaba enviado desde su cuenta habitual, "sino una secundaria".
Por su parte, el productor ha declarado en condición de testigo-ya que no se ha personado como acusación particular- y durante su intervención ha explicado que cuando recibió el mail el 12 de marzo de 2022 ya estaban "divorciados y viviendo separados".
Al ser preguntado por si cree que ese mensaje lo envió su exmujer, el productor de televisión no ha dudado: "En el mail habla de algunos hechos que habían sucedido entre nosotros y parecía ser que la que lo envió era ella", explicando que aunque habitualmente hablaban en catalán, "fundamentalmene por escrito lo hacían en castellano".
Un juicio que ha quedado visto para sentencia y en el que mientras el fiscal cree que Dobrowolski debe ser condenada, su abogado ha insistido en que la alemana "no cometería el error de volver a comunicarse con su expareja a sabiendas de que hay una orden de no comunicación".
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