MADRID, 23 Sep. (CHANCE) -
Juan Fernando López Aguilar ha hablado para Vanity Fair después de un prolongado silencio debido a la investigación por malos tratos en la que se vio envuelto. Después de que la causa quedara archivada y tras cuatro meses retirado de la vida pública y profesional ha hablado para la revista.
"Como se pueden imaginar, a nivel personal es lo más injusto y desgarrador que me ha tocado atravesar" ha comentado acerca de la denuncia por malos tratos que recibió y por la que se vio obligado a parar durante un tiempo su actividad política.
Y es que tal y como comenta, el silencio ha sido la máxima que han seguido tanto como él como todos sus familiares que han preferido mantenerse al margen y dejar en manos de los jueces y abogados este tema tan delicado. "Por respeto a la que ha sido mi familia, y sobre todo a mis dos hijos, he observado una regla escrupulosa de contención y de silencio. Y pienso seguir observándola".
López Aguilar se ha defendido y ha querido dejar claro que no es un hombre violento que pierde los nervios. Además, ha hecho una distinción entre malos tratos y matrimonio mal avenido. "Una pareja mal avenida contrasta sus diferencias y, llegado el caso, se disuelve y continúa cada uno por su lado en plena libertad y sin interferencias por parte del otro. En una pareja violenta, uno no acepta la disolución del vínculo e introduce un elemento de coacción que llega a convertirse en terror criminal" ha puntulizado.
A pesar de haber pasado el tiempo y que la causa haya sido archivada, el político ha lamentado lo difícil que resulta limpiar una imagen dañada. "En España todo lo que tenga que ver con la sospecha sobre alguien que esté en la vida pública pueda convertirse en algo muy próximo al linchamiento, y que es una profunda e inaceptable injusticia".