MADRID, 19 Feb. (CHANCE) -
En pocas horas, Kesha comparecerá en el juicio contra Dr. Luke, el que fuera su manager, y por lo que leíamos en redes, la estrella musical tiene la conciencia muy tranquila. La cantante lanzó varios tweets en los que justificaba los motivos que llevaron a poner la demanda contra su exrepresentante y su casa de discos en 2014.
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"No tengo nada que ocultar. Hice esto porque estaba corroyendo mi alma y me estaba matando por dentro", afirmó la estrella musical. "Esto no es solo para mí esto es para cada mujer, cada humano que ha sido objeto de abusos", añadía la artista de 28 años. Mensajes que acompaña con una foto del amanecer en una playa.
"Tenía que decir la verdad, y el resultado será el que sea. No queda nada que pueda hacer. Es que es tan terrible no tener el control de tu destino, pero este es mi camino sea cual sea la razón", concluía la cantante.
Hace dos años, la intérprete de Die Young, presentó una demanda contra el productor musical alegando abusos sexuales, físicos, verbales y emocionales durante una década. El Dr. Luke contraatacó con una denuncia, alegando que Kesha y su madre, Pebe Sebert, le estaban extorsionando, alegando que la madre y la hija le amenazaron con hacer públicas las acusaciones de agresión, si se negaba a liberar a la cantante de su contrato.
A principios de febrero, la jueza del Tribunal Supremo de Nueva York, Shirley Korneich, concedió una moción a la progenitora para desestimar las reclamaciones del productor de 42 años en su contra, después de determinar que no tenía jurisdicción sobre Pebe. Lejos de quedarse quieto, Kule presentó una demanda similar en Tennessee, que todavía está pendiente de resolución.
A partir de hoy, el futuro de la artista, para bien o para mal, quedará aclarado. Si logra convencer a la magistrada podrá retomar su carrera musical, totalmente aplazada desde hace más de un año. Si sucediera al contrario, Kesha tendría que mantenerse en la casa de discográfica Kemosabe Records y cumplir con el segundo álbum que tiene pendiente.