MADRID, 3 Abr. (CHANCE) -
Diego Matamoros ha sido uno delos más de 10.000 españoles que han sufrido coronavirus. El popular colaborador de televisión ha tenido unos síntomas muy fuertes, y los ha vivido desde casa. Mucho mejor, hoy ha querido hablar en 'Sálvame' para relatar como lo ha vivido y como se encuentra.
A pesar, de las grandes discrepancias que han tenido él y su padre Kiko Matamoros en el pasado, este último no ha podido estar más preocupado por él.
Muy relajado, Kiko Matamoros ha querido que su hijo contara de viva voz la mala experiencia que ha vivido con el COVID-19, muy diferente a lo que parece y así lo manifestaba: "Lo he vivido con mucha preocupación efectivamente, porque pensaba en él y en mucha gente".
Su hijo comenzaba a tener síntomas y como muchas personas no han podido recibir en unos días respuesta sanitaria debido al colapso. Tras no recibir respuesta, días después llamaba de nuevo y ya le comentaron que tenían una llamada registrada del día 18 y él empezó con síntomas el 16-17 de abril. Y es que en muchos casos, la realidad es que tras una semana, los que sienten síntomas no han podido recibir asistencia, por muchas llamadas del enfermo o de los familiares.
Matamoros defendía y mostraba su gran queja e invitaba a que su hijo Diego contara que no ha sido tan fácil como lo pintan y como si los test y la asistencia sanitaria estuviera a la orden del día y para que el resto de telespectadores no se sintieran 'discriminados': "Me he tenido que morder la lengua por lo que he escuchado aquí. He tenido que aguantar y escuchar todos estos días que se atendían las llamadas telefónicas".
Matamoros hacía un llamamiento y una reflexión: "Se podía haber hecho mejor. Pero espero que lo que ha dicho Diego y pueda reconfortar a otras familias y a otros hogares que se han visto en la misma situaicón.
El mayor miedo de Kiko era que: "Me angustiaba que tuviera que ingresar en un hospital". A tenor de sus palabras, Matamoros dejaba entrever, que le decía a su hijo que si podía aguantaren casa que mejor que se quedara en casa viendo los problemas y la saturación de los hospitales: "Si lo ha podido pasar en casa mejor porque cuando él empezó con síntomas era el 16 o el 17 cuando se ingresaba a la gente".
Kiko Matamoros ha notado el miedo de Diego al verse tan malo: "Había veces que le notaba el miedo. Y es normal. El me decía papá me tengo que ingresar, me tengo que ingresar. Y yo le decía que le esperara".
Por suerte, parece que todo ha pasado.