MADRID, 11 Sep. (CHANCE) -
Kiko Matamoros ha pasado nuevamente por quirófano y, como él mismo confesaba ayer por la tarde a través de su cuenta de Instagram, todo había salido bien,aunque con unas horas de retraso y pronto estaría en casa. Esta mañana, acompañado por su inseparable novia, Marta López, el colaborador ha recibido el alta y hemos podido hablar con él a su salida del hospital. Pese a estar sangrando porque se le soltó el vendaje que tapaba la vía, Kiko ha hecho caso omiso a quien le aconsejaba volver a entrar en el hospital. Ignorando las gotas de sangre, el ex de Makoke se ha ido tranquilamente, aunque con aspecto cansado, a su casa.
Muy delgado, Matamoros nos ha contado que se encuentra "bien" pero que "era lo previsto. Vamos a ver ahora". Con la ironía que le caracteriza, el polémico colaborador asegura que "siempre me he cuidado mucho a pesar de lo que cuenten".
Además, Kiko se ha pronunciado sobre Makoke, que recientemente mostró su intención de enterrar el hacha de guerra deseando que la operación saliese bien: "¡Ah bueno! ¡Menos mal! Supongo que estará muy preocupada"
Si quieres ver el momento en el que el colaborador de "Sálvame" empieza a sangrar y dos señores le dicen que vuelva a entrar al hospital para que le coloquen bien el vendaje, pero él les ignora y se va, ¡dale al play!
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Ya en casa, Matamoros nos ha contado los pasos a seguir ahora hasta su total recuperación: "Nada, tendrán que quitar el drenaje externo y ya si todo sucede con normalidad, que es lo que esperamos, pues ya dentro de tres o cuatro meses me quitan la prótesis esa que me han puesto y ya está".
Muy delgado y visiblemente desmejorado, Kiko confiesa que "físicamente estoy hecho una mierda pero con ganas y anímicamente bien".
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