MADRID, 11 Feb. (CHANCE) -
Kiko Rivera celebró este sábado una gran fiesta por su 40 cumpleaños en la que no faltaron sus seres queridos. Eso sí, ni su prima Anabel Pantoja; ni su madre, Isabel Pantoja; ni su hermana, Isa Pantoja... el distanciamiento con su familia es un hecho. Su mujer, Irene Rosales y los amigos que no le han dejado solo ni un solo momento estos años sí que estuvieron a su lado.
El dj permanece ajeno a todas las polémicas que se han hecho públicas en los últimos meses, pero lo cierto es que parece que ha dado su brazo a torcer a tener un acercamiento con su madre en cuanto a la posible venta de Cantora.
Tal y como hemos conocido recientemente, la tonadillera está decidida a vender la finca en la que se ha recluido todos estos años y mudarse a Madrid para comenzar de cero. Esa venta también le perjudica a su hijo Kiko, ya que también es propietario de una parte... y habría llegado a un acuerdo con ella para venderla y salir beneficiados ambos.
Sin embargo, parece que ese acercamiento que han tenido en cuanto a la venta de Cantora no ha significado nada en el ámbito sentimental, ya que madre e hijo siguen sin tener ningún tipo de contacto ni de cordialidad entre ellos. A la vista está.
El que no se quiso perder la fiesta de su hermano fue Cayetano Rivera, que después de torear en Salamanca no dudó en pasarse por allí para acompañar al dj y a todos sus seres queridos, demostrando así la buena relación que tienen y lo ajenos que están a todo lo que se ha dicho de ellos en los últimos meses.
Un día para recordar en el que también le preguntamos a Kiko por la detención de Antonio Tejado, pero haciendo caso omiso, el dj prefirió no mostrar su opinión al respecto.
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