MADRID, 15 Nov. (CHANCE) -
A pesar de que le ha costado años que le tomasen en serio como artista, el trabajo duro de Kiko Rivera ha dado sus frutos. Y además de 'colar' su último tema 'El mambo', en la lista de las canciones más escuchadas y descargadas del momento, la industria musical ha dejado de darle la espalda y le consideran uno más de este exclusivo sector al que ha llegado para quedarse.
Y buena prueba de ello es que el hijo de Isabel Pantoja ha sido uno de los invitados a una cena privada con importantes productores musicales que se celebró anoche en Sevilla con motivo de los actos previos a la entrega de los Latin Grammy este jueves en el Palacio de Congresos y Exposiciones (FIBES) de la ciudad andaluza.
Una fiesta solo para unos pocos afortunados y en la que Kiko, acompañado por su orgullosa mujer Irene Rosales -espectacular con un ajustado diseño metalizado- compartió mesa y mantel con artistas de la talla de Vanesa Martín, Pastora Soler o la exmujer de Alejandro Sanz, Raquel Perera.
Pletórico y saboreando las mieles del éxito, el hijo de Paquirri llegaba al evento atendiendo a sus fans y luciendo la mejor de sus sonrisas, bromeando con gestos ante las cámaras con la posibilidad de convertirse, el día de mañana y si sigue con la misma trayectoria, en ganador de uno de los Grammy Latino, que como confiesa sería un sueño hecho realidad.
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