MADRID, 5 Mar. (CHANCE) - Hijo de una folclórica, participante de realities, dj y ahora yutuber. Kiko Rivera se atreve con todo y, aprovechando su tirón en el mundo musical, se ha unido al mundo de Youtube para promocionar sus éxitos y dar a conocer aspectos más íntimos de su vida privada, como su faceta de padre. El 28 de febrero el hijo de Isabel Pantoja abría su canal de Yotube, Rivera Kiko TV, con un vídeo de presentación que dura apeas 45 segundos en el que, con gafas de pasta y una espesa barba se presentaba desde su casa "de una manera muy natural" y anunciaba sus ganas de compartir su día a día y formar "una pequeña gran familia" con sus seguidores. El vídeo, que Kiko despide con un festivo "¡dale mambo!" acumula ya más de 800.000 visitas. En menos de una semana el canal Rivera Kiko TV lleva la friolera de más de 17.000 suscriptores. El dj cuida mucho a sus seguidores, pues está siendo muy activo en la red social pues ha subido ya cuatro vídeos. Un día después de presentarse el ex de Jessica Bueno colgaba un nuevo vídeo en el que presentaba su nuevo single, Mi pequeño gran amor, una tierna canción que nada tiene que ver con su Quítate el top que le dio la fama. En la descripción del vídeo explica que es una canción dedicada a su hija Ana, la pequeña de apenas 3 meses fruto de su actual relación con Irene Rosales. Para ilustrar el vídeo, una paternal foto de Kiko besando a su bebé. Este víde es acompañado poco después de un breve vídeo en el que agradece la gran acogida de su nueva canción y promete sorpresas para e día siguiente. La sorpresa con la que deleitó al día siguiente a sus seguidores es el plato fuerte de su canal. Deleitó a sus followers toreando a lo Fran y Cayetano Rivera, sus hermanastros, que le acompañaron en esta aventura como buenos maestros que son. Kiko Rivera, con gorra y un atuendo deportivo, pero no muy torero, se mostraba bastante asustado ante una vaquilla dada su inexperiencia con los instrumentos del toreo como el capote y la muleta. Tras un poco de práctica, el dj toreó a la vaquilla con soltura, aunque tras un par de pases el animal le arrebató el capote y Kiko escapó corriendo tas el burladero. Pero esto no fue suficinente para amedrentar al artista, que volvió con valentía al ruedo y se enfrentó a la vaquilla como un auténtico profesional, demostrando que lleva el toreo en la sangre, aunque eso sí, al final le tocó correr con el susto en el cuerpo.