MADRID, 31 Ago. (CHANCE) -
El 31 de agosto de 1997 todo el mundo lloraba la muerte de Diana de Gales, una mujer hecha a sí misma, que se desvivió por su pueblo y superó todos los obstáculos que tuvo en su vida. Dejaba a dos hijos completamente destrozados, Enrique y Guillermo y a una Familia Real huérfana: el espíritu de la mujer que había conseguido levantar la exaltación de la Monarquía se convertía a partir de ese momento en un icono.
No fueron tiempos fáciles para la monarquía británica, ya que de alguna manera se les culpaba del terrorífico accidente que tuvo Lady Di. No porque tuvieran algo que ver, simplemente entendían más que nunca el sufrimiento de una mujer que había escapado como podía de las ataduras del protocolo real.
Fue en el túnel del Pont de I'Alma, en París donde Diana tuvo un accidente de coche que acabó con su vida. El conductor huía de los paparazzis que la perseguían para captar la imagen de la Princesa de Gales con su nuevo amor, Dodi Al-Fayed, quien también quedaba sin vida tras el choque mortal. Solo el guardaespaldas sobrevivió.
A partir de entonces nació el icono. El grandioso icono que todavía hace sombra a la Familia Real Británica. Su presencia, sus estilismos, su manera de enfrentarse al mundo siguen estando muy presentes cada día y los guiños que sus 'nueras' hacen en numerosos actos oficiales demuestran que no solo la admiran, sino que la sienten consigo.
Diana de Gales es uno de los grandes personajes del mundo por la repercusión que tuvo en la vida social. Una mujer aristócrata que se casaba con el futuro Rey de Inglaterra y que rompía a cada paso con los moldes de la corona. Ni protocolo, ni sonrisas forzadas... era independiente y así se mostró cada día de su vida.
Un matrimonio sellado por el desamor, las infidelidades y las humillaciones públicas por parte del Príncipe Carlos. Obstáculos y prohibiciones que solamente le hicieron más fuerte. Mostrándose ante el mundo como una mujer empoderada ante el sufrimiento que había pasado durante sus años casada con el heredero a la corona.
Cinco años después de darse el 'Sí, quiero' el Príncipe Carlos retomaba su amor con Camilla Parker y desde entonces empezó a ser un secreto a voces que la relación con Diana estaba más que acabada. No fue hasta 1996 cuando ambos decidieron dar el paso de gestionar el divorcio, apoyado por la Reina Isabel después de las polémicas que habían saltado a la prensa y que salpicaban de lleno a su hijo.
Desde su separación, Lady Di se ganó el cariño y amor del pueblo. Utilizó su condición de Princesa y su posición social para luchar por causas sociales y dar visibilidad a muchas de ellas. Independiente de Carlos, seguía acaparando aún más los focos por su forma de vestir, por ser icono de moda, pero también por lo generosa y especial que se mostraba en todos los actos a los que acudía.
Hoy en día se la sigue recordando. "Quiero que sea un día lleno de recuerdos de su increíble trabajo y amor por la forma en que lo hizo. Quiero que sea un día para compartir el espíritu de mi mamá con mi familia, con mis hijos, que ojalá la hubieran conocido" decía hace unos días el Príncipe Harry durante la Sentebale ISPS Handa Polo Cup 2022 celebrada en Aspen. Y no nos cabe ninguna duda de que así será.