MADRID, 20 Ene. (CHANCE) -
Laura Matamoros ha abierto su corazón a todos su seguidores a través de sus stories en Instagram y lo cierto es que nos ha dejado boquiabierto el testimonio que ha contado. Y es que cabe decir que nunca antes había hablado públicamente de esto porque ya sabemos que, aunque muestre su vida diariamente, pocas veces habla de sus temas más personales.
"Os voy a contar mi caso. Hace un año me daban muchas vibraciones en el ojo constantes y en los aviones tenía mucha presión, además de pinchazos muy profundos hasta la nuca. En diciembre del 2019 me fui al oftalmólogo y mi sorpresa fue que me derivaron corriendo a la Ruber para hacerme un TAC" empezaba contando la hija de Kiko Matamoros y es que según iban pasando los segundos la preocupación nos invadía.
Laura Matamoros tiene un recuerdo bastante malo de ese día y por eso ha mostrado su cara más seria, además de que lo que estaba contando era algo serio: "Fue el peor día de mi vida, sobre todo por pensar qué es lo que podía tener. Después de descartar que no tuviera un tumor en la cabeza, había que descartar que no tuviese esclerosis múltiple. Fueron unos meses muy complicados".
Finalmente, la hermana de Diego Matamoros ha confesado que tiene un glaucoma de tensión baja: "A raíz de todo esto me diagnostican que tengo un glaucoma de tensión baja y aparte tengo dañado el nervio óptico, veo muy poquito y por la mitad del ojo para abajo apenas tengo visión. De verdad, id a revisión del oftalmólogo porque podemos descartar muchos problemas y enfermedades por ello".