MADRID, 20 Jun. (CHANCE) -
La mayoría de las mujeres conocen el síndrome del choque tóxico, TSS, porque aparece en los prospectos de todas las marcas de tampones que se venden en el mundo.
Esta enfermedad, que ha reducido mucho su incidencia desde los años 80, hay que tenerla muy presente porque puede provocar graves daños en los órganos vitales y otras complicaciones severas. Pocas son las mujeres que conocen un caso cercano, pero no por ello quiere decir que la infección provocada por el uso de estos productos higiénicos no exista. Esta semana hemos conocido uno, que se ha hecho público por tratarse de una modelo. Lauren Wasser, una profesional de la moda de 27 años, mantiene una abierta y dura batalla legal contra el fabricante de tampones Kotex Natural Balance, tras perder su pierna por culpa del TSS.
Fue en 2012, cuando la también atleta llegó a casa sintiéndose mal y con ganas únicamente de dormir. Su madre, preocupada porque no le cogía el teléfono, mandó a una amiga a echar un vistazo en su casa, donde se encontró a Lauren con más de 41 grados de fiebre. Trasladada de urgencia al hospital, los médicos diagnosticaron una complicación de las infecciones bacterianas asociadas con el uso de tampones, que dio lugar a gangrena, daños en su pie izquierdo y la amputación de la pierna derecha por debajo de la rodilla.
Wasser asegura que se cambió tres veces ese día y ha demandado a la compañía con la intención de que se modifiquen los materiales utilizados en los productos de higiene femenina, además de educar a muchas mujeres sobre los riesgos potenciales del uso de tampones. "Quería suicidarme cuando llegué a casa. De repente, no tengo una pierna, estoy en una silla de ruedas, tengo la mitad de un pie, ni siquiera puedo caminar hasta el baño. Estoy en una cama, no me puedo mover, y me sentía en esas cuatro paredes como en una prisión", relataba Lauren a la prensa. "Si hubiera sabido toda la información sobre TSS, nunca hubiera usado tampones", subrayaba la modelo.