MADRID, 13 Ago. (CHANCE) -
Después de la tempestad, por fin llega la calma. Tras dos días de angustia, nervios y preocupación, Lourdes Montes ha vuelto a sonreír.
El pasado miércoles, la diseñadora abandonaba la clínica Quirón de Zaragoza mucho más tranquila y relajada tras visitar a su marido, Francisco Rivera, quien se recupera favorablemente de la gravísima cogida sufrida dos días antes en la plaza de toros de Huesca.
Su marido, el matador de toros Francisco Rivera, sufría una grave cornada en la plaza de toros de Huesca con un trayecto de unos 25 centímetros con desgarro de la musculatura. Sin duda, la peor a la que el diestro ha tenido que hacer frente en todos los años de trayectoria profesional.
LOURDES MONTES, MÁS TRANQUILA Y RELAJADA, EN SU SEGUNDA VISITA A SU MARIDO, FRANCISCO RIVERA
No cabe duda de que la preocupación de la familia era evidente ya que esta aparatosa cogida les ha hecho revivir los fantasmas de la muerte de Paquirri en Pozoblanco, Córdoba.
Su esposa Lourdes Montes se había llevado algún que otro susto, pero ninguno de tal gravedad. Un día antes de este aparatoso incidente, Rivera sufría una cogida de la que salió ileso en Marbella.
Al parecer fue el diestro Juan José Padilla, presente en la plaza, quien acompañó durante toda la noche a Rivera Ordóñez y fue el encargado de tranquilizar por teléfono a la diseñadora, quien se encontraba en Sevilla cuando se produjo la cogida.
Lourdes Montes sale de cuentas el próximo 20 de agosto, pero su avanzado estado de gestación no le ha impedido coger un AVE desde Sevilla para estar al lado de su marido en estos momentos tan delicados para la familia. La joven se personaba de inmediato en la ciudad aragonesa acompañada por su madre, quien ha velado por su embarazo en estos momentos de tensión emocional.
Además la diseñadora habría llegado a plantearse seriamente dar a luz a su hija en la misma clínica Quirón de Zaragoza, a pesar de que todo estaba ya previsto y preparado para que la pequeña Carmen llegara al mundo en Sevilla.
Un día más Lourdes Montes se personaba en el hospital de la capital aragonesa para estar al lado de su marido y brindarle todo su apoyo y cariño en tan delicados momentos. La joven, acompañada por su madre, Lourdes Parejo, mostraba un semblante tranquilo y relajado con un favorecedor conjunto premamá.
LOURDES MONTES: "MI MARIDO ESTÁ MUCHO MEJOR"
CHANCE: Lourdes, ¿Cómo está Francisco?
LOURDES MONTES: Mi marido está mucho mejor.
CH: ¿Cómo le has visto?
L.M: Hoy lo he visto muy bien.
CH: ¿Sabes si va a venir Julián a visitarlo?
L.M: No lo sé, creo que mañana quizá venga Julián a verlo.
CH: ¿Finalmente darás a luz a tu hija en Zaragoza?
L.M: No, por Dios, no creo. Sólo espero que Carmen no se adelante.