MADRID, 6 Nov. (CHANCE) -
Lucía Bosé vivía este lunes uno de los días más complicados de su vida al tener que presentarse en la Audiencia Provincial de Madrid por el caso de La Chumbera, la pintura que Pablo Picasso regaló a Remedios, la empleada del hogar de la italiana, y que cuanto esta falleció, lo subastó por más de 100 mil euros.
Ahora, las sobrinas, herederas de Remedios han llevado a los tribunales a la madre de Miguel Bosé por un presunto delito de apropiación indebida al no percibir ni un solo euro de los que la matriarca del clan Bosé recibió en la subasta donde vensió el cuadro allá por 2008.
Tras la vista de ayer, el juicio quedaba aplazado tras aceptarse la petición de las denunciantes que reclamaban el testimonio de Miguel Bosé, ya que, según ellas, su tía se lo regaló al hijo de Lucía antes de fallecer. Este nuevo frente, supone un problema más para el cantante que, después de toda su polémica con su ahora ex pareja Ignacio Palau por la custodia y separación de los cuatro hijos que tuvieron durante los 26 años que duró su relación, ahora también se ha visto implicado en la problemática de su madre y tendrá que acudir a declarar cuando la Justicia lo establezca.
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Visiblemente afectada por el duro trance al que se tenía que enfrentear y que, visto lo visto este lunes, va para largo y seguirá trayendo cola, las cámaras de CHANCE capataban en exclusiva a Lucía Bosé llegando a su domicilio. En ese momento, la madre del cantante prefería no hacer declaraciones acerca de cómo se encuentra su hijo tras las acusaciones de Nacho Palau y evitaba posicionarse a favor o en contra de las medidas que ha tomado el ex marido de Miguel.
Las únicas declaraciones que pudimos extraer de la italiana, fue un escueto "No sé nada", cuando le custionamos sobre los rumores acerca de que Miguel Bosé impida a nacho ver a sus hijos.