MADRID, 16 Feb. (CHANCE) -
Lydia Lozano se ha enfrentado a una de sus noches más duras. La periodista ha tenido que revivir todos sus fantasmas del pasado esta semana, cuando salía a la luz la trampa que, supuestamente, le habían tendido para hacer daño a Antonio David Flores.
Todo comenzó hace unas semanas cuando Lydia aseguró que poseía información de una fuente muy fiable que, le confirmaba, que Rocío Flores había hablado con su madre a escondidas de Antonio David.
Mientras el ex Guardia Civil y su hija negaban la información, Lozano mantenía que su fuente no le había mentido porque no buscaba ni fama ni dinero. Finalmente, la colaboradora de Sálvame confesó que su fuente era José María Franco, quien habría tramado todo este plan para hacer daño a Antonio David.
Cuestionada por sus compañeros, Lydia se enfrentó a las preguntas del polígrafo para aclarar cuestiones tan importantes como si tenía el título de periodismo. "No estoy buscando protagonismo, estoy afrontando el problema. ¿Cómo no me van a doler que digan que no soy periodista si mis padres me pagaron la carrera para que fuera feliz?", clamaba una Lydia rota.
Además, ante la pregunta de María Patiño de si hacía todo esto para tener protagonismo, Lydia dejaba claro que sufría mucho con esas situaciones: "Aquí se me puede ver que disfruto, que se hace audiencia, pero luego", comenzaba diciendo antes de romper a llorar: "Mi madre con 91 años se tuvo que tomar un lexatin, con el daño que hago a mi familia, con el daño que ya le hice, no compensa... Yo tendría que estar loca para que valieran la pena estas noches sin dormir".