La madre de Andrea Pascual sigue muy pendiente de la evolución de su nieto

MADRE ANDREA PASCUAL
MADRE ANDREA PASCUAL POR JRHERNANDO
Actualizado: jueves, 21 julio 2016 10:12

   MADRID, 21 Jul. (CHANCE) -

Beltrán Gómez Acebo y Andrea Pascual han visto como uno de los momentos más felices de su vida se ha teñido de preocupación. Su primer hijo venía al mundo el pasado 17 de julio en el séptimo mes de gestación, por lo que el bebé tuvo que ser ingresado en la incubadora de la unidad de neonatos.

Desde entonces es habitual ver a las dos familias visitando al recién nacido y la inquieta mamá, quien se recupera de la cesárea que se le tuvo que practicar. En esta ocasión fue la madre de Andrea Pascual la que se personaba en las inmediaciones del centro hospitalario. Mariel Vicens, fiel a su estilo sobrio eligió una blusa nude y falda con estampado floral que combinó con unas sandalias de cuña y unas modernas gafas de sol.

Portaba dos bolsas de farmacia con algunos productos para su hija, aun recuperándose de la cesárea, y para su nieto. Horas después abandona las instalaciones tranquila y relajada, reflejo de que la perfecta evolución del bebé.

Al parecer Andrea Pascual empezó a encontrarse mal cuando de pronto fue consciente de que se estaba poniendo de parto. La joven dio a luz mediante cesárea a su hijo en el Hospital Ruber Internacional de Madrid y según informa el medio citado "el niño, al haber nacido a la 32 semana y pesar un kilo novecientos gramos, tendrá que permanecer entre cinco y seis semanas en incubadora, hasta que coja el peso adecuado para poder salir en las mejores condiciones del hospital".

Los futuros padres dieron a conocer la noticia en su entorno familiar tras regresar de su luna de miel, un viaje que les llevó a La Romana, en el Sureste de la República Dominicana.

Beltrán Gómez Acebo y Andrea Pascual contrajeron matrimonio seis años después de una discreta relación en una íntima ceremonia celebrada el pasado 27 de febrero en la residencia de la matriarca, doña Pilar Gómez Acebo. Ya entonces se especuló con la posibilidad de que la radiante novia estuviera embarazada ya que su vestido lucía un sospechoso fajín de seda que disimulaba su barriguita. Semanas después era la propia implicada la que confirmaba la buena nueva, precisamente cuando se cumplía su tercer mes de gestación.