MADRID, 9 Jul. (CHANCE) -
Como antaño, Mar Flores y Javier Merino vuelven a ser uno de los rostros asiduos en Ibiza. Pero en esta ocasión su visita a la isla no responde a unas vacaciones de pareja, no en vano llevan dos años divorciados, sino familiares.
En compañía de sus hijos y de unos amigos, disfrutaron de un divertido y distendido día de playa. La modelo y el empresario hicieron gala de la buena relación que mantienen por el bien de los cuatro hijos que tienen en común.
Ambos se mostraron muy pendientes de sus dos hijos más pequeños, pero también hubo tiempo para el ocio más allá de sus responsabilidades como progenitores. Mientras Mar compartía confidencias con su amigo, el relaciones públicas Nicolás Toth, tumbada en una hamaca bajo el sol, Javier optó por pasear por la orilla del mar para ponerse al día con otro amigo.
Sin duda la pareja ha demostrado que han dejado a un lado las rencillas del pasado y que pueden llevarse a las mil maravillas por el bien de sus hijos, tal y como han demostrado.
Eso sí, a pesar de los días de desconexión en familia Mar está disfrutando de la isla pitiusa como una auténtica quinceañera y así podíamos verla en la cubierta de un barco disfrutando del verano como solo ella sabe.