MADRID, 22 Jul. (CHANCE) -
María José Suárez, feliz con su novio modelo, Javier Lorenzana, disfrutan de sus primeras vacaciones juntos. La que fuera Miss España vuelve a sonreír, y es que está ilusionada al lado de un hombre que se dedica a su misma profesión, la de modelo. Hacía más de un año que rompió con el jinete Fernando Sada y desde entonces María José no se había vuelto a enamorar.
MARÍA JOSÉ SUÁREZ Y SU NOVIO MODELO, JAVIER LORENZANA, PRIMERAS VACACIONES JUNTOS
Desde hace unos meses, la sevillana sale con Javier Lorenzana, un modelo del que se ha vuelto inseparable. Antes que Javier, la sevillana salió cinco años con Feliciano López y uno con el jinete Fernando Sada. Javier tiene cuatro años menos que María José, pero eso no es impedimento para su amor.
De hecho, viendo a la modelo enfundada en shorts vaqueros, es evidente que puede seguir presumiendo del cuerpazo que la convirtió en Miss España 1996. Aunque de momento ninguno de los dos se ha pronunciado al respecto, lo cierto es que María José ya ha enseñado fotos de su felicidad en las redes sociales.
Javier, modelo español con medidas espectaculares y abdominales de infarto, ha participado en campañas publicitarias de firmas importantes como 'Lacoste'. Estiloso y acorde al lugar en el que se encontraba, Javier lució pantalón corto de deporte, camiseta de manga corta y llamativas y coloridas deportivas.
LOS ENAMORADOS DISFRUTARON DE UN ROMÁNTICO Y REFRESCANTE BAÑO
Como muchos rostros conocidos, María José y Javier han elegido la isla de Ibiza. La pareja paseó su amor por las calles más emblemáticas del casco antiguo de las pitiusas. La modelo lució dos looks distintos. Primero shorts vaqueros con una camiseta en la que se podía leer 'En Dios confiamos', sandalias planas y bolso étnico. Luego se cambió, se puso el biquini, un poncho de ganchillo y chanclas para la playa.
Ya en la playa, disfrutaron de un refrescante baño. María José lució espléndida enfundada en un biquini bandeau con la braguita rosa y la parte de arriba marrón.
Sin quitarse las gafas de sol, la modelo se adentró en las aguas cristalinas de la isla ante la atenta mirada de su chico que lucía su escultural torso. Para meter la cabeza en el agua, María José se quitó las gafas que a continuación se volvió a poner.