MADRID, 7 Ene. (CHANCE) -
A lo largo de esta semana se ha hablado largo y tendido en los diferentes medios de comunicación sobre la ruptura entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Lo único que ha quedado claro es que estos dos protagonistas tienen versiones completamente distintas de por qué su amor se ha agotado, de hecho, muchos califican de una 'guerra' lo que está ocurriendo en la prensa a través de terceros. Y que la historia que ha dado la Socialité a su entorno no tiene nada que ver con la que ha dado el Premio Nóbel.
En mitad de esta polémica, hace unos días se comentaba en el programa 'Cuatro al día' que Isabel podría haber encontrado apoyo en una amistad de hace años, el empresario sevillano José Antonio Ruiz-Berdejo. Era el periodista Juan Luis Galiacho quien hacía un análisis del susodicho, pero en ningún caso se llegó a afirmar que había un romance o una ilusión, simplemente se habló de una amistad.
Sea como fuere, el nombre del conocido empresario y aristócrata suena con más fuerza que nunca. Este sábado hemos podido ver a Mario Vargas Llosa en su domicilio, regresando del paseo que realiza diariamente y le hemos preguntado acerca de estos rumores, pero parece que el escritor no quiere saber absolutamente nada de su expareja ni de nada que tenga que ver con ella.
Serio, pero amable con la prensa como siempre ha acostumbrado, el premio Nóbel saludaba con la mano y nos contestaba que no iba a hacer ninguna declaración al respecto cuando le preguntábamos por la posible nueva ilusión que Isabel podría tener con José Antonio. Y es que el propio Mario conoce al empresario porque han coincidido en multitud de eventos desde que compartía su vida con la Socialité.
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