Marta, la hija de Amancio Ortega, entra en las tiendas de su padre durante una tarde de compras

MADRID, 1 May. (CHANCE) -

   Marta Ortega es una mujer todoterreno, volcada de lleno en el cuidado de su hijo y en sus compromisos profesionales como amazona. Con motivo de su presencia en la capital para participar en el 104 Concurso de Saltos Hípicos Internacional 5* Madrid-Longines Global Champions Tour, la hija del magnate del imperio Zara aprovechó su tiempo libre para disfrutar de una jornada de compras con un grupo de amigos, separándose por unas horas de su mayor tesoro, el pequeño Amancio, de un año de edad.

   Marta Ortega, una de las jóvenes más ricas del mundo, retomaba sus compromisos profesionales en la hípica el pasado año tras convertirse en madre por primera vez, el broche de oro a su historia de amor con el jinete, Sergio Álvarez. Como recordaremos, Marta y Sergio se dieron el 'sí quiero' en una ceremonia religiosa en febrero de 2012, en el pazo El Drozo, en Anceis, a unos 15 kilómetros de A Coruña. Los primeros rumores sobre el embarazo de Marta surgieron durante ese mismo verano y las evidencias en la anatomía de la joven  heredera hicieron evidente que Amancio Ortega, uno de los hombres más ricos del mundo, iba a ser abuelo por cuarta vez.

   En marzo de 2013 nacía el pequeño, al que le pusieron el nombre de su abuelo materno y que era el primer hijo de la pareja, trayendo bajo el brazo una mayor felicidad al matrimonio, que se conoció gracias al mundo de la hípica y en el que ambos competían. En ese momento, ella acababa de romper con el también jinete Gonzalo Testa.

   Coincidiendo con su estancia en Madrid para participar en el 104 Concurso de Saltos Hípicos Internacional 5* Madrid-Longines Global Champions Tour, Marta Ortega aprovechó para hacer algunas compras en la Milla de Oro de la capital en compañía de un grupo de amigos.

   Vestida de manera informal y desenfadada, escogió para la ocasión unos amplios pantalones blancos, camiseta negra de pico y sandalias veraniegas. Dos de sus amigas apostaron también por el pantalón blanco, mientras la tercera se decantaba por el negro. Las cuatro amigas conversaron animadamente durante el paseo. Haciendo gala de su habitual simpatía agarró cariñosamente por el cuello a una de sus acompañantes, compartiendo risas y bromas.

   No pudo evitar detenerse en una tienda de la firma de su padre, Amancio Ortega. La joven entró en el interior de uno de los establecimientos de Zara Home. 

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