LOS ÁNGELES 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Después de haber tenido ocho hijos, Mel Gibson ya no se plantea la paternidad de la misma manera. El actor ha reconocido que cuando la pequeña Lucia Anne, de sólo tres meses, llora, él se pone tapones en los oídos y se desentiende del asunto; dejando que su mujer se ocupe de calmar a la niña. Eso sí, Mel quiere que se sepa el esfuerzo que ha hecho por el bebé: dejar el tabaco.
Hace mucho tiempo que Mel Gibson fue padre primerizo, y tras ocho hijos en su haber, ahora se toma con mucho más relax los problemas que traen consigo los bebés. Hace sólo tres meses que nació su última hija, la pequeña Lucia Anne, y el cineasta ha reconocido que es su mujer la que se encarga de todos los cuidados.
"Te lo tomas de forma más relajada. Seré sincero, es mi mujer quien hace todo el trabajo, aunque yo la apoyo", ha declarado el actor durante una entrevista en el programa del presentador estadounidense Jay Leno.
Pero aunque sea la madre de la niña quien la cuida, hay momentos en que es imposible evadirse de la situación, como cuando el bebé llora. Para esas situaciones, Gibson tiene también la solución: "Ya sabes, hay que usar tapones para los oídos".
Eso sí, no todo va a ser escaquearse. El director de 'La Pasión de Cristo' afirma que, por su hija, está llevando a cabo una tarea que él considera titánica: dejar de fumar. "Es una tortura, me subía por las paredes; al quinto día estaba dispuesto a matar a alguien con el cortacésped. Es un infierno quitarse este hábito".
Gibson ha reconocido que lleva fumando "desde los nueve años", y que todas las decisiones que ha tomado en su vida "han sido con un cigarrillo en la boca". Pero ha encontrado un buen aliciente para mantener a raya las ganas de fumar: "Tengo una hija de tres meses y algún día me gustaría poder jugar al tenis con ella".