MADRID, 17 Sep. (CHANCE) -
Después de que se hiciera público su separación el pasado mes de junio, Miki Nadal y la que fuese su esposa, Carola Escámez, se han vuelto a ver las caras en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 4 de Madrid, donde el humorista ha sido condenado por un delito de vejaciones leves el pasado mes de mayo.
Aunque Miki Nadal recurrió ante la Audiencia de Madrid, el órgano jurisdiccional ha ratificado la sentencia contra el presentador y mantiene el criterio del juzgado que consideró la forma en la que se dirigía a su mujer como un delito continuado de vejaciones leve, condenando al humorista a una pena de 20 días de trabajos en beneficio de la comunidad, a pesar de que deniega la orden de protección solicitada por Carola.
En las discusiones que tuvieron lugar los días 26 de abril y 3 y 8 de mayo de este año, Nadal reprocha a su esposa una infidelidad y le dirige expresiones como "apestosas", "mierda", "payasa", "eres un montón de mierda", "zorra" o "te vas a follar con cualquier", las cuales están recogidas en el Código Penal como humillación a una persona. Las pruebas son vídeos que Carola grabó mientras tenía lugar las diferentes discusiones, reproduciéndolos durante el juicio oral.
Miki ha reconocido que se trataba de voz, justificando su comportamiento por la infidelidad de su esposa y asegurando que ambos se dedicaron palabras de mal gustos por culpa de la difícil situación que atravesaban y la noticia de su divorcio, considerando los abogados de Nadal en el recurso este denuncia como una estrategia de Carola para obtener beneficios de cara al divorcio.
El presentador y la deportista se casaron en 2014. Un año más tarde tuvieron a su hija Carmela. Después tuvieron que hacer frente a un divorcio. Ahí comenzaron los problemas que llevaron a Nadal a enfrentarse judicialmente también con su suegra y verse las caras en los juzgados con su mujer.