MADRID, 28 Feb. (CHANCE) -
Mila Ximénez está atravesando un momento de lo más delicado. La colaboradora de Sálvame ha tenido que hacer frente a la muerte del que ella misma consideraba su gran amor: el empresario marroquí Rafael Aguilera.
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Durante más de una década, Mila y Rafael compartieron una intensa historia de amor que terminó por la imposibilidad de compaginar sus dos estilos de vida. Ella trabajaba en Madrid dentro del mundo de la farándula mientras que él residía en Tánger, ciudad donde tenía la mayoría de sus negocios, y prefería mantenerse alejado de los medios.
Aunque su historia de amor terminó, ninguno de los dos se olvidó de todo lo que habían vivido juntos. Por ese motivo, Mila Ximénez llora ahora la muerte del protagonista de la "historia de amor más bella que he vivido". La ex de Manolo Santana se abre para Lecturas donde le dedica estas inspiradoras líneas a Rafael: "Hoy se ha ido parte de mi vida. La muerte me ha arrancado un futuro cargado de pasión y caricias ajenas al mundo. Jamás volveré a abrazarle en ese mundo mágico de clandestinidad que nos salvaba del frío de la calle".
Ximénez expresa en El punto de Mila todo lo que vivió al lado de este empresario: "Jamás amé tanto a alguien y jamás me obstiné tanto en la torpeza de no demostrárselo. La pasión que sentía por él me hacía su prisionera y me perdí un trayecto en común intento soltarme de su mano. Ahora mi presente emocional y mi futuro soñado se convierten en cenizas".