MADRID, 6 Jun. (CHANCE) -
La actriz Mischa Barton acaba de lograr una enorme victoria judicial en la venganza pornográfica planeada por el que fuera su expareja, Jon Zacharias. El pasado mes de marzo aparecieron unos informes sobre la presencia en tiendas pornográficas de una cinta sexual en la que estaba involucrada la actriz.
La británica presentó una demanda contra su expareja, Jon Zacharias, y uno de los vendedores del vídeo. El pasado lunes, 5 de junio, la estrella televisiva y su abogada, Lisa Bloom, acudieron a la Corte Superior de Los Ángeles y llegaron a un acuerdo por el que el acusado se comprometió a no distribuir ninguna de las imágenes y entregárselas a Barton.
"VICTORIA JUDICIAL hoy de Mischa Barton", escribió en Twitter la letrada, junto a una fotografía en la que aparece con su defendida. "La distribución de imágenes explícitas queda totalmente prohibida, y el ex deberá permanecer a 100 metros de distancia para siempre", añadió Bloom. "Hoy hemos ganado un acuerdo importante, que bloquea permanentemente la difusión de estas imágenes", dijo la defensora en un comunicado a la revista People. "Todas las fotos y vídeos explícitos de Mischa deben ser entregados a mí inmediatamente. El tribunal mantendrá la jurisdicción sobre el caso en caso de que necesitamos en el futuro", añadió la legalista.
"(Mischa) Hizo esto no sólo por ella misma, sino por todas las mujeres y niñas. Mischa quiere que todos sepan que tenemos el derecho de controlar nuestros propios cuerpos y decidir si tenemos o no fotos explícitas ahí fuera para que el mundo las vea. Si una mujer quiere hacer eso, bien. Si no lo hace, bien. La elección es suya", subrayó.
En la denuncia presentada por la protagonista de O. C. se alegaba que el acusado grabó a su expareja manteniendo relaciones sexuales y desnuda sin su consentimiento. Según consta en los documentos judiciales, Zacharias estaba tratando de vender esas imágenes por 500.000 dólares. El pasado mes de marzo, la actriz declaró sentirse traicionada. "Supe que alguien que creía que amaba y confiaba en mí estaba grabando mis momentos más íntimos y privados sin mi consentimiento con cámaras ocultas", señaló la modelo de 31 años.