MADRID, 14 Jul. (CHANCE) -
El Mundial de Fútbol de Brasil finalizaba anoche tras el encuentro entre las selecciones alemana y argentina. Solo un país se llevaba la Copa del Mundo a casa, en este caso Alemania, pero este evento deportivo es más que la victoria de un trofeo.
Y el duelo llegaba hasta el Vaticano pues el Papa Francisco es argentino y el Papa emérito Benedicto XVI, alemán. Donde muchos quisieron ver "una rivalidad", ellos solo han visto la mejor unión, aunque en ningún momento quisieron dejar claro ni si verían en el partido, ni si lo verían juntos.
Aunque su selección no consiguió alzarse como ganadora del Mundial, el Papa Francisco cree en este tipo de eventos que promueven la cultura del encuentro de todos lo países. Y es que la ciudad elegida por la FIFA acoge a cientos de miles de personas de diferentes tradiciones, religiones y nacionalidades que durante los días en los que se disputa el torneo conviven y comparten con el resto sus costumbres.
Por su parte el Papa Emérito asegura que "el fútbol se ha convertido en un acontecimiento global, que une a los hombres de todo el mundo, por encima de todas las barreras, en un mismo estado interior, con sus esperanzas, miedos, pasiones y alegrías. El fútbol sería también una especie de anhelado retorno al paraíso. Es una ejercitación para la vida. Simboliza la vida misma y la anticipa de un modo configurado libremente. Es una enseñanza disciplinada: como juego de equipo obliga a subordinar lo propio en beneficio del conjunto. Lo une a través de un objetivo común. Éxito y fracaso de cada individuo dependen del éxito y fracaso del conjunto" Además añadía que "la gente se identifica con él y con los jugadores, y participan así en el espíritu de equipo y de competición, en su seriedad y su libertad. El jugador se convierte en un símbolo de la propia vida, que actúa sobre ella". Afirma que "se trata de buscar una disciplina de la libertad, y en ejercitar, en conexión con unas reglas, el estar juntos y el ir contra otros y el entenderse consigo mismo".
En palabras de Bergoglio, como publicaba en su Twitter, "Los Mundiales logran el encuentro de personas de varias naciones y religiones. Que el deporte promueva siempre la cultura del encuentro". El propio Papa, en su condición de Arzobispo de Buenos Aires, lanzaba la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro que apoya a través de la educación y el deporte la construcción de un mundo sin excluidos.
Por esta razón para el Papa Francisco el Mundial de Fútbol significa tanto, pues ve en el torneo una oportunidad para fomentar la cultura del encuentro.