MADRID, 28 Sep. (CHANCE) -
Lo suyo es historia y una segunda oportunidad es "imposible". Así lo ha dejado claro Tamara Falcó en su reaparición pública después de los días más convulsos de su vida, en los que pasó de la felicidad más absoluta y de preparar su boda con Íñigo Onieva a romper fulminantemente su relación con él tras descubrir que le había sido infiel.
Animada y con una gran sonrisa que le hizo ganarse el aplauso unánime de las decenas de medios de comunicación que aguardaban impacientes su llegada al Teatro Real para amadrinar el aniversario de Kronos Home, la marquesa de Griñón ha hablado largo y tendido de su ruptura y, con una sinceridad admirable, ha reconocido que confió en Íñigo hasta que las evidencias fueron "aplastantes". "Decidí apostar por mi exnovio hasta el final, hasta que vi que era verdad" ha confesado.
"El Íñigo con el que yo me prometí no tiene nada que ver con ese. La verdad es que nosotros, es difícil de creer y aunque él se dedicaba a la noche y a los viajes, yo creo que una relación tiene que darte una libertad. La base es la confianza. Sí, a él le gustaban hacer esas cosas y no había problema. Pero claro, con unos límites. Yo no sabía que estaba abusando de mi confianza" ha apuntado dolida.
Sin embargo, y a pesar de que todavía está "en shock" por lo sucedido, Tamara se siente "agradecida" a Dios porque está segura de que si esto ha pasado ahora "es por algo". "Si todas estas noticias hubieran salido estando casada o peor, con familia, ya es que habría sido terrible" ha admitido.
Unas declaraciones con las que cierra completamente la puerta a Íñigo Onieva que sin embargo, y como apunta 'Informalia', está "convencido de que cuando pase este ciclón las cosas volverán a su cauce" y Tamara volverá a su lado.
Fuentes cercanas al empresario aseguran que está "destrozado" y "no deja de llorar" por haber perdido a la mujer de su vida, pero confía en que la socialité le de una nueva oportunidad y le perdone este "desliz" que mantiene que no volverá a cometer.
Muy arrepentido de su infidelidad, Íñigo sigue en la casa que compartía con Tamara en el centro de Madrid y, a pesar de que su ya exnovia le ha pedido que se vaya y se lleve todas sus cosas, él se resiste, quizás esperanzado con la posibilidad de verse y convencerla para que le de una segunda oportunidad. "Sabe que ahora mismo la situación es irreversible pero no cejará en su empeño de reconciliarse" ha contado una persona de su círculo de amistades a 'Informalia'.