Olvido Hormigos presume de 'sonrisa profident'

Actualizado: lunes, 21 septiembre 2015 11:27

   MADRID, 21 Sep. (CHANCE) -

   Olvido Hormigos es una mujer 'polémica' siempre envuelta en constantes enfrentamientos con diferentes rostros conocidos de nuestra sociedad desde la colaboradora televisiva, Belén Esteban al célebre escritor, Arturo Pérez Reverte. En esta ocasión ha decidido dejar de lado sus frentes abiertos y disfrutar de una tranquila comida en familia junto a su marido y su hija Valeria.

OLVIDO HORMIGOS Y JESÚS ATAHONERO, IDÍLICA ESTAMPA FAMILIAR CON SU HIJA VALERIA

   Ha sido uno de los años más intensos de su vida. Atrás ha dejado el encontronazo con su archiconocida enemiga, Belén Esteban el pasado mes de junio en una conocida discoteca madrileña y más recientemente el desencuentro con el escritor Arturo Pérez Reverte en sus respectivas redes sociales. El consagrado escritor se mostró molesto al ser colocada su última obra 'Hombres buenos' al lado del primer libro de la ex política 'El abrazo infiel'.

   Ajena a todo tipo de controversias, Olvido Hormigos ha comenzado el curso escolar con energías renovadas. Junto a su marido, Jesús Atahonero y su hija menor, Valeria, disfrutó de una tranquila comida en uno de los restaurantes de moda a las afueras de la capital.

   La ex edil de los Yébenes se decantó por un look vaquero con camisa y vaqueros que realzaban su estupenda silueta. Y es que a sus cuarenta y siete años y después de haber dado a luz a tres hijos puede presumir de una maravillosa figura.

   Llamó la atención la sonrisa 'profident' que ahora luce tras haber visitado al dentista y haberse puesto algunas fundas. Atrás ha quedado aquella dentadura descuidada, tan criticada por muchos de sus acérrimos enemigos.

   Es cierto que Olvido Hormigos despierta odios pero también muchas simpatías como se pudo ver al finalizar la velada. Haciendo gala de ser toda una madraza, se deshizo en besos y caricias con su niña, a la que mostraba orgullosa a todo aquel que se acercaba a saludarla. Jesús Atahonero no podía evitar mirar con dulzura a su exmujer, con la que sigue mantiene una buena amistad y con la que comparte residencia por el bien de sus hijos. Durante el recorrido Jesús se encargó de llevar el carrito de su hijo que dormía plácidamente.

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