MADRID, 20 Nov. (CHANCE) -
Hace una semana el portal 'Vanitatis' reveló que Iñaki Urdangarin se había roto el codo tras sufrir una caída cuando practicaba deporte en su Vitoria natal. En un primer momento su entorno cercano aseguraba que el 'accidente' "no había sido grave pero sí aparatoso", pero días más tarde, el diario 'El Español' informaba que finalmente tuvo pasar por quirófano y ser intervenido de urgencia.
El pasado viernes pudimos ver a Pablo Urdangarin llegar hasta unas instalaciones deportivas en Barcelona para jugar un partido de balonmano y aprovechábamos el momento para preguntarle por la salud de su padre. El joven nos aseguraba que Iñaki está "muy bien, gracias", pero no nos dejaba claro si cabía la posibilidad de que fuese a verle esa tarde: "no sé, no sé".
A pesar de que no pudo jugar en el encuentro de su equipo el Barcelona, el joven se mostró muy unido a sus compañeros y entregado con todo lo que sucedía en el campo. Se le pudo ver calentando, poniendo especial interés en ejercitar uno de sus hombros... y uniéndose en el famoso grito del equipo.
A la salida, Pablo nos aseguraba que su padre "está bien" después de esa rotura de codo y no hacía más comentarios al respecto. De esta manera, el joven hacía gala de su exquisita educación con los medios de comunicación tal y como siempre nos tiene acostumbrados.
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