MADRID, 12 Sep. (CHANCE) -
Paloma Cuevas ha cumplido este lunes 11 de septiembre 51 espléndidos años. Más guapa que nunca, triunfando como diseñadora de la firma Rosa Clará y en el momento más dulce de su relación con Luis Miguel, la socialité ha soplado las velas de su tarta en Madrid y en la intimidad.
Dejando a un lado las grandes celebraciones, y aunque se rumoreó que el cantante mexicano podría haber viajado a España para sorprenderla aprovechando un parón en su gira -no tiene concierto hasta el próximo viernes en Las Vegas (Estados Unidos), Paloma ha tenido un cumpleaños marcado por la normalidad y la discreción.
A primera hora de la mañana, y como si de un día cualquiera se tratara, la diseñadora llevaba a sus dos hijas, Paloma y Bianca -fruto de su matrimonio con Enrique Ponce- al colegio conduciendo su propio coche, y era a su llegada a su residencia en el centro de Madrid cuando se dejaba ver por primera vez, saludando a las cámaras con una gran sonrisa y agradeciendo las felicitaciones por su 51 cumpleaños.
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Poco después, compartía un significativo mensaje en redes sociales agradeciendo la maravillosa aventura que es la vida y confesando lo afortunada que se siente en este momento tan especial de su vida en el que ha recuperado la ilusión al lado de Luis Miguel, y en el que pronto podría pasar por el altar para formalizar su relación con el artista después de más un año de amor y felicidad.
Una jornada en la que Paloma recibió numerosos paquetes de regalos y un enorme ramo de 500 rosas rosas -¿regalo del cantante, al que no se vio por Madrid en un día tan especial para su pareja?- y en la que tan solo abandonó su domicilio a media tarde para ir a buscar a sus hijas al colegio para celebrar su cumpleaños en familia.
Acompañada por una amiga, la socialité -con unas favorecedoras gafas de sol blancas- volvía a saludar con la mano a la prensa, evitando detener su coche y revelar cómo se encuentra y qué le ha regalado el cantante por su cumpleaños.
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