MADRID, 17 Mar. (CHANCE) -
Todo aquel que empiece a leer este artículo pensará que no hay ningún parecido en las historias de Sara Carbonero y Diana de Gales. Y lo cierto es que a priori, no, pero si analizamos un poco el tratamiento informativo que la prensa del corazón estamos haciendo de la separación de la periodista con Iker Casillas, nos damos cuenta que han sido dos mujeres que tienen mucho más que ver de lo que nos pensamos.
El 25 de Junio de 1992, la revista ¡HOLA! publicaba en portada una fotografía de Diana de Gales llorando con el siguiente titular: 'Diana no pudo más' y hoy, 17 de marzo del 2021, la misma revista establece como portada una fotografía de Sara Carbonero con el mismo titular: 'Sara no pudo más'.
Y lo cierto es que las dos mujeres no pudieron más, se desgarraron y dejaron a un lado todo lo que no importaba para preocuparse de sus hijos. Pusieron a su descendencia por encima de todo y todos, incluso por encima de la figura del padre de los mismos, del hombre del un día estuvieron locamente enamoradas.
Sara Carbonero se ha visto presionada, al igual que su marido, a emitir un comunicado por redes sociales en el que exponían la situación sentimental en la que se encontraban, además de confirmar su ruptura. Lady Di no emitió comunicado, era otra época, simplemente aguantó y pataleó en lo más íntimo de su hogar y luchó hasta la saciedad, eso sí, no dejó que se la pisoteara públicamente.
Dos mujeres que, independientemente de su posición social, contaban con la adoración de su pueblo, de sus espectadores y que vivieron una crisis matrimonial juzgada por los medios de comunicación mientras que ellas guardaban silencio. Su única preocupación, sus hijos.
Lo único que está claro es que tanto Lady Di en el 92, como Sara Carbonero en el 2021, han demostrado que no podían con la situación que vivían. Y aunque en el caso de la periodista nadie haya visto las lágrimas, cuenta con el apoyo incondicional de sus seguidores, esos que son capaces de ponerse en su lugar sin haberla escuchado hablar y no son capaces de ponerse en el del futbolista. Distintas formas de tratar informativamente la ruptura, pero ambos sentimientos.