MADRID, 11 Feb. (CHANCE) -
Si este viernes nos quedábamos impresionados por la reacción que Morgana Vargas Llosa tenía ante los medios de comunicación cuando llegaban a Madrid tras el ingreso de su padre en la Academia Francesa, lo que ocurrió horas más tarde, terminó de reflejar la personalidad de la familia, sobre todo la de Patricia Llosa.
Recapitulemos. La madre de los hijos del escritor llegaba a Madrid este viernes al mediodía escoltada por su hija, sus nietas y su yerno, Stefan. Muy alterada, Morgana evitaba a toda costa que las cámaras captasen el momento de la llegada y evitaba que la prensa le preguntase a su madre por la reconciliación sentimental con Mario.
Segundos más tarde, toda la familia conseguía montarse en un taxi en las inmediaciones del aeropuerto y ponían rumbo a casa del escritor para alojarse después de su ingreso en la Academia Francesa, pero lo que nadie esperaba es que Patricia iba a sacar a relucir sus artes para 'despistar', aunque lo cierto es que no lo consiguió.
Acompañada de su hija Morgana, la exmujer del escritor se quedaba dentro del vehículo mientras que su yerno y sus nietas si que accedían al domicilio... ante la presencia de la prensa, Patricia prefería quedarse en el taxi para que estos no pudiesen grabar su llegada a la casa del escritor. Un comportamiento que llama especialmente la atención, ya que lo fácil sería hacer oídos sordos, tal y como ha hecho estos días en París.
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